Tras varios días de caída al vacío, el peso dio hoy una buena noticia en Argentina y logró recuperarse un 3,16 % frente al dólar, aunque el contrapunto llegó de parte de la inflación, el otro quebradero de cabeza del Gobierno de Mauricio Macri, que sigue sin dar tregua y subió un 25,5 % en un año.
Principalmente por los fuertes aumentos de las tarifas de los servicios públicos, los conocidos como «tarifazos» en el agua, la electricidad o el gas, el Índice de Precios al Consumidor subió en abril pasado un 2,7 % respecto al mes anterior y acumula un alza del 9,6 % en 2018, según difundió este martes el Instituto Nacional de Estadística y Censos, reseñó la agencia EFE.
El Ejecutivo, que estableció para todo el año una meta de inflación del 15 %, ve así cómo, en solo cuatro meses, las cifras ya pasan con creces el ecuador de ese objetivo en un momento de fuerte inquietud social, política y económica por la depreciación del peso en casi el 20 % en solo un mes.
A pesar del optimismo del Gobierno, el hecho de que los precios hayan subido, según datos de abril, un 25,5 % en comparación con el mismo mes de 2017, no hace sino avivar la incertidumbre de la población, que cobra en pesos y ve cómo su valor está cayendo a pasos agigantados.
Es por esta razón que decenas de personas se desplazaron esta mañana hasta las puertas del Banco Central (BCRA) para entregar comida gratis a modo de protesta, porque según explicó a la prensa Daniel Menéndez, coordinador nacional de Barrios de Pie, «mientras hoy se le garantizan miles de millones de dólares de ganancias a determinados sectores, hay familias que no tienen para comer».