Las universidades públicas de Argentina iniciaron este lunes un cese a las actividades -que deja sin clases a un millón de estudiantes-, como medida de protesta contra la deuda salarial que mantiene el gobierno de Mauricio Macri con más de 170 mil educadores y la crisis presupuestaria que afecta a los centros de estudio.
Los seis gremios universitarios que defienden los derechos de los docentes rechazan la propuesta del 15% de aumento salarial en cuatro tramos, planteada por el Ejecutivo, por considerarla insuficiente, y demandan un incremento de 30% y la actualización de los gastos de funcionamiento, por el congelamiento de envío de partidas que el Estado mantiene desde abril pasado.
«Este año han recortado 4.000 millones de pesos (unos 146 millones de dólares) en el presupuesto universitario y, además, lo subejecutan. Las partidas contempladas en el presupuesto no las envían en tiempo y en forma, paralizando áreas nodales del funcionamiento de las universidades», denunció el secretario de prensa del sindicato Conadu, Pablo Macia, tal y como reseña el portal Política Argentina.
Por su parte, la secretaria general de los docentes de la Universidad del Comahue, Micaela Gomiz, sostuvo que la baja salarial y la subjecución presupuestaria son «parte de una política del Gobierno».
En 2018, los docentes sólo recibieron un aumento de apenas 5%, a lo que se le sumó un 2,7 % de recomposición salarial correspondiente al año 2017.
Una semana sin actividades
Se prevé que el paro se extienda durante toda la semana y que el viernes por la tarde se produzca un encuentro de los sindicatos para analizar la continuidad de esta acción de protesta.
La Asociación de Docentes Universitarios (ADC) manifestó su “preocupación debido a que la universidad argentina se encuentra atravesando una grave crisis, producto de las políticas que este Gobierno tiene hacia la educación pública”.
La organización recordó que durante el pasado abril, la secretaria de Políticas Universitarias (SPU), Danya Tavella, aplicó un recorte de 3.000 millones de pesos (unos 110 millones de dólares) al presupuesto y anunció la suspensión de obras que se encontraban adjudicadas para las universidades.
“A los ajustes presupuestarios se suman los aumentos de tarifas para energía, una inflación admitida por Macri que se encuentra por el orden del 30% para este año, una crisis económica que llevó al dólar de 17 pesos a más de 28 pesos, y la intervención del Fondo Monetario Internacional (FMI), que viene a cerciorarse de que el Gobierno aplique los ajustes necesarios que garanticen las devoluciones de deuda a ese organismo”, condenó la ADC, citada por el Diario de La Pampa.