José Rafael Quirós, arzobispo de la Iglesia Católica en San José de Costa Rica, decidió cancelar su participación en la cumbre sobre la pederastia que el Vaticano organizó para el 21 de febrero en Roma, tras las denuncias en su contra por encubrir abusos sexuales de sacerdotes a menores de edad entre 1996 y 2003.
Nueve denuncias canónicas y judiciales se han contabilizado hasta ahora en contra del sacerdote Mauricio Víquez Liciano quien, según las declaraciones de las víctimas, sometió a los entonces monaguillos en las parroquias de Tres Ríos y Patarrá, ubicadas en la capital tica, a masturbaciones colectivas, tocamientos y penetración.
Testimonios
Anthony Venegas, una de las víctimas, afirma que hace más de 15 años acudió a Quirós para levantar una denuncia canónica contra Víquez.
El entonces vicario general de la Arquidiócesis de San José se limitó a presentarle sus disculpas en nombre de la institución que representa y, tras ofrecerle una guía espiritual, prometió retirar al abusador de la parroquia.
Sobre este caso, Quirós alegó que no se trató de una denuncia al pie de la letra, puesto que Venegas pidió mantenerse en el anonimato, por lo que en su momento «cumplió con su deber» al informarle a su superior, el arzobispo Hugo Barrantes.
Ahora, tras varios años, Venegas consiguió contactarse con otro de los antiguos monaguillos que fue abusado por Víquez: Michael Rodríguez Solera, quien acudió junto a Venegas a distintos entes para alzar la voz en contra de los abusos del sacerdote.
«Él te hace creer que estos abusos son normales», aseguró Rodríguez.
Asimismo, Vanegas declaró que están haciendo el esfuerzo de alzar la voz contra estos abusos, puesto que una vez vio al sacerdote recogiendo a un niño en la puerta de su casa, justo como antaño había hecho con él.
«Por eso es que denunciamos el encubrimiento, porque le permitió que él siguiera haciendo sus cosas por mucho tiempo», recalcó Rodríguez.
Sobre estas acusaciones, Quirós declaró que conocía los hechos, pero que en su momento no actuó porque no sabía como proceder ante la situación.
Justificación
Años después, cuando Rodríguez y Vanegas acudieron a él para reclamarle su indiferencia ante el caso, él respondió que se le pasó el asunto y que «por supuesto que en relación con las víctimas esto es sumamente difícil, muy terrible».
En este momento, la mayoría de las acusaciones contra Víquez han prescrito, puesto que han pasado más de diez años de la denuncia de los abusos, que es el margen de tiempo que la ley costarricense otorga para llevar el caso a un juicio.
Sin embargo, el sacerdote aún tiene una denuncia en el Ministerio Público por abuso sexual a un joven que prefirió permanecer en el anonimato.
Esta denuncia podría prescribir en septiembre si para entonces no llega una citación a Víquez, quien salió del país en enero tras conocer las denuncias en su contra y, según la Iglesia, «no tienen información de su paradero».
Por su parte, voceros de la Iglesia manifestaron su postura a favor del Arzobispo alegando que las denuncias carecen de fundamento jurídico canónico, puesto que en aquel momento el entonces vicario no tenía potestad alguna para imponer sanciones.
https://www.elciudadano.cl/iglesias-y-religiones/suspendidos-152-sacerdotes-por-abusos-sexuales-en-mexico/02/13/
https://www.elciudadano.cl/mundo/publicaran-reporte-884-pagina-abusos-sexuales/06/11/