La cifra de fallecidos por el deslave ocurrido el jueves pasado en el poblado el Cambray II se incrementó a 131, mientras que 300 personas continúan desaparecidas. Entre los decesos se encuentran al menos 21 niños.
«Lamentablemente un nuevo recuento indica que son 131 los muertos que se han recuperado», comentó el domingo a periodistas Julio Sánchez, del cuerpo de Bomberos Voluntarios y vocero del puesto de comando de rescate en el lugar de la tragedia.
En las labores de rescate participan 64 mexicanos. Se conoció que las probabilidades de encontrar personas con vida son mínimas.
Al parecer, las causas del siniestro obedecen a que se trata de una zona de explotación minera sensible a los deslizamientos de tierras ocasionados por las últimas precipitaciones.
En el 2008, la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) avisó a los residentes en El Cambray I y II de que podría producirse una catástrofe natural de estas características, pero que seguían viviendo ahí porque «se hace prácticamente imposible trasladar a más de 35.000 personas a otro sitio».