La Comisión de Derechos Humanos del estado de Guerrero, un órgano público autónomo, condenó el crimen en un comunicado y exigió a la Fiscalía estatal realizar una “investigación inmediata” que permita identificar y capturar a los responsables de la muerte del comunicador Pablo Morrugares, que se dedicaba a reportar sucesos policiales para el diario digital PM Noticias.
“Dentro de las líneas de investigación (del asesinato) debe contemplarse prioritariamente la relacionada con su actividad periodística”, reza la nota de dicha comisión.
Según reportes policiales, Morrugares y un oficial de la Policía, quien se desempeñaba como su guardia de seguridad, perdieron la vida, tras ser atacados a balazos por hombres armados cuando se encontraban en un restaurante de la ciudad de Iguala.
La Asociación de Periodistas Desplazados y Agredidos de México ha lamentado en Twitter el trágico suceso, señalando que Morrugares «hace un mes fue amenazado junto a otros más en una narcomanta», un mensaje escrito en sábanas que los grupos criminales cuelgan en lugares públicos.
Morrugares es el cuarto periodista asesinado en México en lo que va de 2020, como indica un recuento de la agencia de noticias francesa AFP.
México es uno de los países más peligrosos para los informadores. Desde el año 2000, al menos 133 periodistas han sido asesinados en su territorio, 14 de ellos bajo el actual Gobierno. La mayoría de los casos han quedado impunes.
Cortesía de RT
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