En un año complejo y lleno de grandes retos para la región, Bolivia asumió este lunes la presidencia pro témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC), que estaba en manos de El Salvador.
El acto de traspaso se llevó a cabo en San Salvador, con la participación del presidente de ese país, Salvador Sánchez Céren, y el canciller boliviano, Diego Pary.
Durante la actividad, Sánchez Céren entregó los símbolos de la autoridad temporal del grupo a Pary, reseñó Sputnik.
«Expreso a nuestro estimado amigo, el canciller del hermano Estado Plurinacional de Bolivia, Diego Pary, mis mejores deseos de éxito en la responsabilidad que este día asume su país», expresó al oficializar la entrega.
El Canciller boliviano reconoció la labor de El Salvador como presidente del organismo en 2018, porque tuvo «la capacidad y estuvo a la altura necesaria para avanzar en los más altos propósitos».
Agregó que, para este 2019, Bolivia asume la tarea con los principios de diálogo, cooperación, solidaridad y complementariedad, con la filosofía heredada de los ancestros que «convocan a encontrar el equilibrio y la armonía en la relación entre los seres humanos y entre los pueblos».
El énfasis del discurso estuvo en la importancia del diálogo en un momento en el que la región enfrenta una fuerte división, fomentada por Estados Unidos, frente al segundo mandato del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y por las victorias de Gobiernos de ultraderecha, como el de Jair Bolsonaro en Brasil.
“Instamos a los países miembros a que el diálogo constante sea nuestro mejor instrumento de trabajo y que las palabras jamás se nos acaben, porque el diálogo será el único mecanismo que nos ayudará a construir para avanzar o resolver las diferencias”, enfatizó Pary.
Asimismo, agregó que desarrollarán su labor «con el mayor compromiso y honrando el espíritu con el que fue creada nuestra comunidad».
“Para nosotros es de vital importancia impulsar la CELAC como un espacio de encuentro para fortalecer la integración”, adelantó el canciller en septiembre del año pasado.
El país además se enfoca en lograr ser la sede este año de la cumbre conjunta anual de la Unión Europea (UE) y la Comunidad, con el ojo puesto en el intercambio comercial.
«Quisiéramos que este gran encuentro se realice en Bolivia, con todos los presidentes de América Latina y la Unión Europea, histórico, inédito, cuando acá tenemos por razones históricas un indígena presidente», dijo el mandatario Evo Morales el año pasado.
La CELAC nació en 2011 como el mayor mecanismo intergubernamental de diálogo y concertación política para América Latina y el Caribe, pues lo integran 33 países de América, todos con la excepción de Estados Unidos y Canadá.
Sin embargo, desde que llegaron al poder los Gobiernos de derecha en la región se dedicaron a boicotear la labor de estos bloques regionales. De hecho, Colombia ya impulsa la creación de uno para sustituir la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y acorralar a Venezuela.
El reto para La Paz será impulsar el organismo que ahora preside, mientras otros Estados se alinean cada día más con las políticas de Washington, en detrimento de la unión que otrora imperó en Latinoamérica y el Caribe.
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