Evo Morales reafirmó la necesidad de enfrentar el narcotráfico sin necesidad de construir bases militares extranjeras en el territorio de Bolivia.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, inauguró este sábado la nueva sede del Centro Regional de Inteligencia Antinarcóticos (Cerian) en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, donde operarán efectivos policiales bolivianos en articulación con agentes de Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Perú.
«Con esta experiencia con el Cerian, nuestros policías están demostrando que es posible combatir sin ninguna intromisión (…) este resultado que hemos tenido en corto tiempo ha sido exitoso porque acá en operativos han caído peces gordos», indicó el mandatario boliviano.
El Cerian es una plataforma regional conformada por policías y servicios de migración para luchar contra el narcotráfico y otros delitos conexos, como la trata, el contrabando de armas y los delitos silvestres.
El jefe de Estado boliviano reafirmó la necesidad de enfrentar el narcotráfico sin necesidad de construir bases militares extranjeras en su territorio, e instó a otras naciones como Ecuador a incorporarse a esta lucha, incorporando más personal especializado y delegados permanentes que trabajen en coordinación con el Cerian.
“Es responsabilidad de todos luchar contra el narcotráfico sin bases militares”, dijo.
Destacó que para frenar el narcotráfico, Bolivia se equipa con sus propios recursos y anunció que para septiembre se prevé la inauguración de un centro de radares en la ciudad de Cochabamba para fortalecer el trabajo antidrogas, reseñó la agencia ABI.
“Esperamos que con estos equipamientos sea mucho más efectiva la lucha contra el narcotráfico y las drogas; es una responsabilidad”, subrayó al tiempo que recordó que Bolivia se ha convertido en país tránsito del trasiego de droga, sobre todo a Brasil y Paraguay.
Recordó que los radares ayudarán a reforzar la lucha contra el narcotráfico para cubrir los 7.000 kilómetros de frontera que tiene el país suramericano.
Al respecto, Morales informó que se prevé la incorporación de entre 10 a 13 radares franceses para permitir una cobertura total del espacio aéreo boliviano.
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