Por Agencia Xinhua
El lamento de la explotación colonial resuena aún en las cicatrices de la explotación y saqueo sufrido por parte de los españoles del Cerro Rico de Potosí, ícono histórico de la riqueza minera de Bolivia, aunque es posible aprender del pasado histórico para transformar al país, planteó el secretario ejecutivo de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB), Gonzalo Quispe Choque.
En entrevista con Xinhua, el líder minero compartió un breve repaso de la historia minera de Potosí, abordando el saqueo y la imposición de la mina; reflexionó sobre la enseñanza que dejó la historia dolorosa del colonialismo, y subrayó la importancia de cambiar para no repetir el pasado.
Detalló además el plan de industrialización del país con miras al futuro y centrándose en el litio y otros minerales, y destacó el papel fundamental que juega la federación de mineros en este objetivo respaldado por el Gobierno del presidente Luis Arce.
Quispe, quien asumió la FSTMB en 2020, confesó que la vida sindical no es sencilla, ya que implica «una lucha incansable en defensa férrea de los mineros sindicalizados del país», desde la creación de la Federación, el 11 de junio 1944.
En esa línea, reconoció que debido a los siglos de sometimiento colonial y la política neoliberal, Bolivia sigue siendo un país extractivista y exportador de materias primas, sin embargo, aclaró, el Gobierno actual busca hacer realidad la industrialización.
«Los recursos naturales que existen en Bolivia deben beneficiar a todo el pueblo boliviano», afirmó.
Al recordar la historia de la minería en la colonia española, el ejecutivo admitió que es lamentable la historia de saqueo, abuso y explotación perpetrada por los colonizadores que, «liderados por Cristóbal Colón, no vinieron a descubrir América, más bien, vinieron a saquear».
«En el caso de Bolivia, saquearon todos sus recursos naturales (…). Si hablamos del Cerro Rico de Potosí, con la plata que se extrajo se podría haber construido un puente desde Bolivia hasta España. Imagínese cuánto saquearon los españoles», enfatizó.
Según el minero, Bolivia y el mundo tienen una deuda histórica con Potosí, ya que fue una de las principales regiones que contribuyó con la explotación de la plata del Cerro Rico.
«Ese es un enfoque corto y sencillo que puedo dar porque Bolivia es una tierra muy bendecida, asentada sobre recursos naturales muy estratégicos para el país y para el mundo entero», agregó.
Quispe sostuvo que el colonialismo español significó un saqueo que resultó en pérdidas para Bolivia, antes llamado Alto Perú, que actualmente tiene el compromiso de dejar atrás mezquindades e intereses personales en un camino de unidad.
Por ello, dijo, desde la FSTMB trabajan con conciencia y transparencia para construir una nueva Bolivia, que emerge como protagonista clave en el escenario internacional debido a su destacado papel en las reservas más grandes del mundo de litio, un recurso estratégico y en creciente demanda.
«Por eso, debemos trabajar de manera muy responsable (…) para beneficiar a todo el pueblo boliviano», añadió.
Consultado sobre si con todos esos antecedentes infames se perfila un nuevo camino para el sector minero, el directivo enfatizó que esta historia triste debe enseñar a cambiar.
Admitió que la propuesta de industrialización es clave para transformar la nación y abordar las crecientes demandas sociales en áreas como educación, salud y seguridad alimentaria.
Con un énfasis en la minería vinculada al litio, resaltó la importancia de cumplir con la cadena productiva, desde la prospección hasta la industrialización, como un paso crucial hacia un futuro más próspero y sostenible.
En tanto, en un proceso de despertar histórico, Quispe reiteró que el país sudamericano debe aprender de su pasado y evitar repeticiones, para lo cual la clave reside en recuperar el principio de unidad y de lucha, arraigados en la identidad del país.
Dijo que la apuesta por la industrialización y la búsqueda de inversiones en minería pretenden hacer a Bolivia más competitiva, generando mayores ingresos para atender las necesidades del pueblo, con un enfoque especial en educación, salud y empleo.
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