El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, rechazó este viernes 15 de enero los pedidos de juicio político en su contra por la crisis hospitalaria que atraviesa Manaos, la capital del estado de Amazonas, ante el incremento de casos de coronavirus.
«Solo Dios me sacará del cargo«, afirmó el mandatario en diálogo telefónico con el periodista José Luiz Datena, conductor del programa televisivo Brasil Urgente.
Datena consultó a Bolsonaro por las recientes declaraciones del gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, quien en una rueda de prensa lo calificó de «genocida» por sus políticas sanitarias frente a la pandemia de coronavirus. «En otro país, esto quizás podría ser catalogado como genocidio», fueron las palabras de la máxima autoridad paulista.
Bolsonaro respondió que Doria era un «niño» y un «mediocre», y lo acusó de estar «políticamente muerto en São Paulo».
Varios espacios de la oposición, entre ellos el Partido de los Trabajadores (PT), pidieron este viernes la apertura de los procesos de juicio político de destitución contra el presidente Bolsonaro, que debe analizar el presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia.
Hasta ahora, Maia no ha avanzado con ninguna de las 60 presentaciones de impeachment al líder derechista, aunque en una reciente entrevista con el diario Metrópoles, advirtió: «El principal error del Gobierno del presidente Bolsonaro es la cuestión de la vacuna. Por este tema, si no se organiza rápido, puede ser que sufra un proceso de destitución muy duro».
«Quieren imponer un infierno en mi vida, no valen nada los pedidos de juicio político. Ninguno es por corrupción. Solo Dios me sacará del cargo, no existe nada concreto para mí, inventan fake news para sacarme», aseguró.
Bolsonaro aseguró que no puede ser culpado de lo que ocurre en Manaos porque el Supremo Tribunal Federal (STF) resolvió que el Poder Ejecutivo no podía objetar las cuarentenas y decisiones de estados y municipios.
«El Supremo me mandó a tomar cerveza a la playa, me dijo que no me metiera. Pero no atendí a lo que dijo la corte y fui a proponer el tratamiento precoz a Manaos, que estaba abandonada», dijo el presidente brasileño.
El gobernador de Amazonas, Wilson Lima, ya ha admitido que los hospitales en Manaos se encuentran desbordados y que, además, hay una grave falta de cilindros de oxígeno para los enfermos de COVID-19 que se encuentran hospitalizados en unidades de cuidados intensivos y dependen de respiradores mecánicos.
Fuente: RT.
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