Disminución de gastos y eliminación de ministerios y empresas públicas son algunas de las promesas que hace el candidato presidencial ultraderechista de Brasil, Jair Bolsonaro, rumbo a la segunda vuelta electoral.
Según el abanderado del Partido Social Liberal, con su propuestas de profunda reforma «más que hacer, vamos a deshacer el sistema fallido y corrupto que el Partido de los Trabajadores (PT) construyó».
Para lograr su objetivo, acotó que también nombrará como altos cargos «nombres técnicos y capacitados» y descentralizará recursos para que municipios y estados tengan más «autonomía financiera».
Bolsonaro aseguró que así combatirá el «fraude en los programas sociales, porque de esta manera sobra dinero para garantizar más renta a los más necesitados», reseñó Sputnik.
Sin embargo, si hay un sector que anhela su victoria es el de los inversores privados, quienes ya tienen un ojo puesto en empresas brasileñas como Petrobras y básicamente están pensando “en beneficios rápidos y de corto plazo”.
En la jornada electoral del pasado domingo, Bolsonaro obtuvo el 46% de los votos frente al 29,28% que alcanzó el candidato del PT, Fernando Haddad. Ambos se medirán en una segunda vuelta prevista para el domingo 28 de octubre.
Por ahora, el candidato ultraderechista priva al pueblo de Brasil de conocer en profundidad sus planteamientos, pues esquiva el debate público con su rival por una supuesta «prescripción médica».
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