Una vez más el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, enciende la polémica al minimizar la gravedad de la pandemia, ya que este viernes afirmó que «quedarse en casa» para evitar la propagación del nuevo coronavirus es cosa de «débiles».
Bolsonaro, quien llegó a estar infectado por COVID-19, realizó las declaraciones durante un encuentro con productores rurales, a quienes agradeció que siguieran trabajando durante los meses más críticos de la emergencia sanitaria que hasta la fecha ha dejado 134.935 muertes y 4,4 millones de casos de contagiados en el país.
«Ustedes no pararon durante la pandemia, no entraron en esa conversación floja de ‘quédese en casa y la economía la vemos después’. Eso es para los débiles«, señaló el ultraderechista durante un acto en el municipio de Sorriso, en el estado de Mato Grosso (centro-oeste).
«No podemos acobardarnos contra aquello que no podemos evitar. El agronegocio evitó que Brasil entrara en colapso económico», agregó el mandatario, quien no hizo mención a los incendios que han devastado una parte del Pantanal brasileño, uno de los mayores humedales del mundo y que comparten los estados de Mato Grosso y Mato Grosso do Sul.
Al igual que en ocasiones anteriores, ni Jair Bolsonaro ni la decena de participantes que asistieron al evento, entre ellos varios de sus ministros, portaban mascarillas, pese a que los niveles de contagios permanecen aún elevados en el país.
Brasil sigue siendo uno de los países más azotados por la pandemia, ya que ocupa el segundo lugar en número de decesos, solo por detrás de Estados Unidos, y el tercero en número de casos confirmados, superado recientemente por la India.
El gigante sudamericano sumó 829 muertes para acumular un total de 134.935, mientras que el número de casos confirmados ascendió a 4.455.386, de acuerdo con las cifras el Ministerio de Salud.
Los especialistas temen una segunda ola debido a la relajación de las medidas de distanciamiento social.
Las imágenes de playas, parques y bares abarrotados se han registrado en los últimos días en diversos puntos de Brasil, especialmente con la llegada del buen tiempo, y el propio Bolsonaro ha provocado aglomeraciones en sus viajes por diversas ciudades del país.
Desde el inicio de la pandemia el mandatario ha restado importancia a la gravedad del COVID-19, que suma más de 30 millones de contagios en todo el mundo, y llegó a calificar en varias oportunidades al virus de una simple «gripecita».
Con información de EFE.
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