El fundador del sello musical brasileño «Furacao 2000», Romulo Costa, anunció recientemente su intención de juntar a 100.000 jóvenes de las favelas de Río de Janeiro en la famosa playa de Copacabana para protestar contra el ‘impeachment’ o moción de censura contra la presidenta Dilma Rousseff.
«El próximo domingo haremos la mayor manifestación que Brasil jamás ha visto: vamos a invadir Copacabana, Ipanema y Leblón«, advirtió Costa en referencia a los barrios más ricos de la ciudad brasileña y, por tanto, los que mayor porcentaje de población a favor de la destitución de Rousseff concentran, además de haber sido el escenario de todas las manifestaciones a favor del ‘impeachment’.
«Las personas a las que no les gustan los pobres están fastidiándonos la vida, tenemos que estar con Dilma y con Lula», sentenció el que está considerado como el «rey del funk» en Río de Janeiro, un estilo musical con especial arraigo entre los habitantes de los suburbios de la ciudad y que consigue reunir de forma cotidiana a decenas de miles de adolescentes en toda la región sudeste de Brasil.
Como fan declarado del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, Costa pretende que los habitantes de las favelas de la zona sur de Río de Janeiro, es decir, Vidigal, Pavaozinho, Cantagalo y Rocinha, la mayor favela de Brasil con más de 200.000 habitantes, consigan adueñarse de las playas de los barrios ricos en la noche de la votación del ‘impeachment’ en la Cámara de los Diputados de Brasilia.
La idea final es evitar que los «playboyzinhos», como suele conocerse a los jóvenes de clase alta en Río de Janeiro, consigan celebrar la votación del ‘impeachment’ mientras el pueblo que perderá irremediablemente las conquistas sociales obtenidas por los Gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT) se limite a ser un actor pasivo del proceso, que Costa calificó de «golpe», desde sus viviendas en las laderas de los «morros» (favelas).
Para Costa, el presidente de la Cámara de los Diputados, Eduardo Cunha, quien al igual que el artista procesa la religión evangélica aunque a través de la poderosa Asamblea de Dios, sería el «presidente ilegítimo que dirige el proceso» contra Rousseff a través del «paraíso fiscal» que habría establecido en Río de Janeiro mediante la red de miles de iglesias de la Asamblea de Dios dirigidas desde Brasilia.
«Los evangélicos de Brasilia no me representan», concluyó Costa quien en estos días prepara una programación con los mejores artistas de se su sello para intentar batir un récord de asistencia a las playas de Río de Janeiro con la ayuda de los jóvenes de la periferia: «Venid con el bikini y el bañador puesto y que nadie pague los billetes de autobús, metro o tren».
Fuente: Sputnik News