El Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil solicitará al gobierno de Estados Unidos que facilite los documentos realizados por la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por su sigla en inglés) sobre la dictadura militar en el país latinoamericano durante los años 1964 y 1985.
El ministro de Relaciones Exteriores, Aloysio Nunes, ordenó a la embajada brasileña en Washington, en EEUU, a solicitar la liberación entera de los registros en el tema.
La providencia es una respuesta a la solicitud realizada por el Instituto Vladimir Herzog (cuyo presidente fue el periodista Vladimir Herzog, quien fue asesinado durante la dictadura militar) que envió una carta el pasado viernes, a Itamaraty (sede del Ministerio de Relaciones Exteriores) exigiendo al gobierno federal la liberación de los documentos que registran la participación de agentes del Estado brasileño en acciones de tortura o asesinato de opositores del régimen.
La misiva la firmó Ivo Herzog, hijo del periodista que perdió su vida a manos de la dictadura. Reseñas indican que para la época la versión del Ejército indicó que el periodista se habría suicidado en la cárcel.
La solicitud se se hizo luego que se hiciera público un memorando de la CIA, según el cual el general Ernesto Geisel, presidente de Brasil entre 1974 y 1979, estaba informado ya demás autorizó la ejecución de opositores calificados de com¡unistas durante la dictadura (1964-1985).
El texto fue revelado el pasado 10 de mayo por el investigador de la Fundación Getúlio Vargas de Río de Janeiro, Matias Spektor, luego que la administración estadounidense lo volviera público.
El memorando de 44 años de antigüedad, con fecha del 11 de abril de 1974, fue elaborado por el entonces director de la CIA, William Egan Colby, y estaba dirigido al secretario de Estado de EEUU, Henry Kissinger.
Las pruebas demuestran que Geisel formó parte de una reunión en la que el general Milton Tavares de Souza decía que Brasil «no podía ignorar la amenaza terrorista y subversiva» y que los métodos «extralegales» seguirían siendo utilizados contra «subversivos y peligrosos».
Herzog se convirtió en un simbolo de la violencia de la dictadura, fue torturado y asesinado en una celda en São Paulo el 25 de octubre de 1975.