Brasil registró 909 nuevos decesos por COVID-19 en las últimas 24 horas y acumula un total de 41.828 fallecidos, por lo que se ubica ahora como el segundo país con más muertos en el mundo a causa de la pandemia, superando a Reino Unido.
De acuerdo con las cifras del Ministerio de Salud, el país suramericano registró además 25.982 nuevos contagios en el mismo periodo y llegó a 828.810 infectados por el nuevo coronavirus, confirmando la segunda posición también en número de casos, por detrás de Estados Unidos, de acuerdo con el boletín, el cual coincide con los datos compilados por las secretarías de los 27 estados de Brasil.
El incremento de las cifras de muertos y contagios se produce en momentos en que varios Gobiernos regionales y municipales de Brasil prosiguen con su desescalada y han relajado las medidas de distanciamiento social adoptadas a finales de marzo para frenar el avance del brote.
El estado de Sao Paulo pese a que sigue como epicentro de la pandemia en el país, con 167.900 casos y 10.368 muertos, sigue adelante con su plan de desescalada y permitió la reapertura de centros comerciales en la capital, que es la mayor urbe de Latinoamérica, donde viven unos 12 millones de habitantes, reseñó la agencia EFE.
Río de Janeiro, que igualmente reabrió comercios, puntos turísticos y centros comerciales esta semana, se presenta como la segunda región más afectada por la pandemia y registra 77.784 infectados y 7.417 muertos.
Completan la lista de estados con más de 4.000 decesos por el nuevo coronavirus el de Ceará, en el nordeste del país y donde hay 4 788 fallecidos y 75 705 contagiados, y el amazónico Pará, que registra hasta el momento 4.132 muertes y 66.328 casos positivos de COVID-19.
En números diarios, el estado de Sao Paulo, el más poblado del país con 46 millones de habitantes, tuvo 223 nuevos decesos en las últimas 24 horas, seguido por Ceará, con 125 fallecidos, y Pará (102).
Los números confirman la aceleración de la pandemia en el norte y nordeste, que se ha convertido también en la región con más infectados del país.
A pesar de este panorama, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha demostrado públicamente que le resta importancia a la gravedad de la pandemia lo que ha causado tensión con algunos gobernantes regionales y funcionarios de su propio gabinete quienes exigen una política de asistencia técnica para tratar la COVID-19.
El mandatario ha presionado a los gobiernos locales para que levanten las medidas de cuarentena, enviando señales contradictorias a los brasileños sobre si deben usar máscaras y practicar la distancia social.
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