La marcha del Orgullo LGBT de Sao Paulo es la primera que se celebra bajo el gobierno de Jair Bolsonaro, quien llegó al poder el 1 de enero y acumula un extenso historial de declaraciones homófobas, machistas, racistas y xenófobas.
Más de tres millones de brasileños salieron este domingo a las calles para participar en la tradicional marcha del Orgullo LGBTI que se llevó a cabo en la ciudad de Sao Paulo, para exigiendo respeto a la diversidad, frente a las agresiones del gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro.
La marcha tuvo como consigna «50 años de Stonewall, nuestras conquistas, nuestro orgullo de ser LGBT», en referencia al bar de Nueva York donde hace 50 años empezó la batalla del movimiento sexo diverso.
La vigésima tercera edición del Orgullo LGBT de Sao Paulo es la primera que se celebra bajo el gobierno de Bolsonaro, quien llegó al poder el 1 de enero y acumula un extenso historial de declaraciones homófobas, machistas, racistas y xenófobas.
Recientemente, el bautizado “Trump del Trópico” vetó una propagada del estatal Banco do Brasil para contratar a actores de la comunidad LGBT y declaró que el gigante suramericano «no puede ser el país del turismo gay» porque «tiene familias».
Asimismo, llamó homosexual al expresidente Lula da Silva para insultarlo en sede parlamentaria en 2005, y en 2011 afirmó que preferiría “que un hijo muriera en un accidente a que apareciera por aquí con un bigotudo”.
Incluso, hace pocos unos días calificó de “niñita” en un acto oficial a un exdiputado abiertamente homosexual.
Defensa de los derechos
Las conquistas de los últimos años, las legales y las simbólicas, son evidentes en Brasil desde que en 2002 la homosexualidad dejó de ser oficialmente una enfermedad. El matrimonio igualitario y la adopción fueron legalizados por el Tribunal Supremo en 2013, el Estado paga la reasignación de sexo, y hasta las populares telenovelas van reflejando los cambios sociales.
Recientemente, el Tribunal Supremo Federal de Brasil determinó que las agresiones contra la comunidad LGBT —homofobia y transfobia— deben ser tratadas como una forma de racismo hasta que el Congreso Nacional apruebe una ley sobre la materia, una decisión que fue calificada como un “error “por Bolsonaro.
Ante la llegada del ultraderechista y su política anti LGBTI, los brasileños salieron a la calle a marchar para defender sus derechos y conquistas.
Este es caso de Linda Suzana, de 34 años, quien señaló que Brasil tiene ahora un “presidente homófobo que ha levantado la bandera contra los gais”.
«Vine a luchar contra la homofobia y el irrespeto», afirmó por su parte, Monique Barber, de 31 años, quien sufrió un ataque verbal durante el comienzo de la marcha.
«Tenemos un político homofóbico y vemos como las cosas retroceden, imagina ser atacado en la propia marcha LGBT», agregó, citada por el diario El Comercio.
“Jair Bolsonaro es un homófobo sin complejos. Orgulloso. Y con él, los prejuicios contra la comunidad LGTB han salido con fuerza del armario”, explicó Renan Almeida.
“La gente siente que está más aceptada porque el discurso del presidente los legitima”, dijo repartía pegatinas multicolor en la marcha que por su colorido recordó a las celebraciones del Carnaval.
Marcha política
La presidenta de la Asociación del Orgullo LGBT, Cláudia Regina García, declaró que con esta multitudinaria marcha los políticos»van a entender que nadie va a volver a casa, al armario o a las ‘senzalas'», los antiguos alojamientos de esclavos en Brasil.
Indicó que la comparsa «LGBTs contra Bolsonaro» que recorrió las calles de Sao Paulo es un manifiesto frente a la «retirada de derechos, retroceso y el fortalecimiento del conservadurismo y de reaccionarios«, que deja claro que la comunidad LGBT «está luchando y no está siendo derrotada».
Indicó que a pesar del fallo del Tribunal Supremo «existen otros desafíos por delante«.
«De nada sirve criminalizar (la homofobia) si no hay una política de seguridad y salud para la comunidad LGBT«, recalcó.
El alcalde de Sao Paulo, Bruno Covas, quien apoyó la organización del evento destacó que el “el poder público tiene la obligación” no solo de “proteger” la diversidad, sino “también celebrarla”.
Brasil mantiene el récord de muertes violentas de integrantes de la comunidad LGBT. Nada menos que 126 personas han sido asesinadas solo en lo que va de 2019.
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