La Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación (ALC) finalizó su asamblea anual en la ciudad de São Paulo, Brasil, con una declaración en la que consideraron esencial fomentar el diálogo y la participación democrática de todos los sectores, como única vía para liberar la espiritualidad, teniendo en cuenta la pluralidad y diversidad en la región.
La reunión se desarrolló entre el 28 y el 30 de septiembre con la concurrencia de representantes de diversas organizaciones, entre ellas la Alianza de Iglesias Presbiterianas y Reformadas de América Latina (AIPRAL), el Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI), el Consejo Nacional de Iglesias Cristianas del Brasil (CONIC), la Federación del Movimiento Estudiantil Cristiano Universal en América Latina (FUMEC) y la Asociación Mundial para la Comunicación Cristiana de América Latina y el Caribe (WACC-AL), entre otras.
En la declaración, los asistentes aseguraron creer en la comunicación como un derecho inalienable de todos y todas para la construcción de puentes, el fomento del respeto entre las personas y la generación de inclusión y participación, reforzando los procesos democráticos, de forma ética y respetando las diversidades.
Por tal motivo rechazaron que en América Latina y el Caribe grandes grupos económicos generen desigualdades sociales. “Esto constituye un serio problema estructural, en el que la explotación de los bienes comunes, con el objetivo de obtener ganancias, pone en riesgo la vida de la creación”, indicó el documento.
“En este contexto religioso, económico y político –precisa la declaración del evento- ampliamente apoyado por los medios hegemónicos, los fundamentalismos son instrumentos que consolidan posiciones intransigentes que impiden el diálogo y todos los procesos de desarrollo personal y comunitario”.
Consideraron los asistentes a la asamblea que muchos medios de comunicación religiosos, basados en un discurso aparentemente piadoso, pero manipulador de textos bíblicos, fortalecen una cultura que fomenta el miedo y provocan la criminalización de las demandas sociales.
Argumentan que este aspecto genera violencia contra las mujeres, pueblos indígenas, religiones de matriz africanas, defensores y defensoras de derechos, poblaciones tradicionales y LGTBs.
“La Asamblea General de la Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación termina una semana antes de las elecciones generales en Brasil en un escenario tenso y complicado.
Enfatizamos cómo los medios de comunicación hegemónicos desempeñaron un papel tendencioso y antidemocrático. Comprometemos nuestras acciones y oraciones para que Brasil recupere el sentido del camino democrático ya alcanzado hace décadas atrás con tantos esfuerzos y vidas”.
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