La producción industrial de Brasil se derrumbó en al menos 10,9% en mayo respecto a abril, debido a una huelga de camioneros que en los últimos últimos diez días de ese mes paralizó al país, informaron el miércoles fuentes oficiales.
El hundimiento es inferior a la previsión promedio de una caída de 14% establecida en base a 30 instituciones financieras y analistas consultados por el diario económico Valor. Se trata de la peor caída desde diciembre de 2008 (-11,2%), cuando la mayor economía latinoamericana enfrentaba los ramalazos de la crisis económica y financiera mundial.
El hundimiento fue particularmente sensible en los sectores de la fabricación de automóviles, que cayó casi un 30%, y de productos alimenticios (-18,1%).
En comparación con mayo de 2017, el retroceso fue de 6,6%, el mayor desde octubre de 2016 (-7,3%), cuando el país llevaba casi dos años sumido en la recesión, precisó el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
En comparación con abril, todas las categorías registraron retrocesos, como bienes de capital (-18,3), bienes de consumo (-15,4%, con -27,4% en la subcategoría de bienes duraderos) y bienes intermediarios (-5,2%).
También perdieron terreno 24 de los 26 sectores examinados, empezando por la fabricación de automóviles, remolques y carrocerías (-29,8%) y de productos alimenticios (-18,1%).
La última semana de mayo, la Asociación Brasileña de Camioneros (ABC) inició una huelga que, transcurrida una semana, empezó a generar dificultades al comercio y la producción.
Según la Asociación Brasileña de Camioneros, una de las entidades responsables del paro, alrededor de 300 mil vehículos participan en la obstrucción de las carreteras federales y estadales. Los piquetes impiden la circulación de los camiones tanque, por lo cual circulan menos colectivos urbanos en San Pablo, Río de Janeiro y otras capitales.