La Fiscalía de Brasil abrió una investigación para determinar si una misión militar y de otros organismos estatales a aldeas yanomami y yekwana en el norte del país supuso riesgos de contagio de COVID-19 para los pueblos indígenas, informó la institución.
El Ministerio Público Federal (MPF) explicó que busca esclarecer si el ingreso en las tierras indígenas, entre el 30 de junio y el 1 de julio, se produjo sin autorización y si hubo violaciones de las reglas de distanciamiento social por parte de la comitiva que incluyó a un grupo de 20 periodistas.
También examina la distribución de cloroquina, un medicamento cuya eficacia contra el coronavirus ha sido cuestionada por los expertos, que fue entregado en las aldeas junto a otros equipos de protección y medicinas por la secretaría de salud indígena, precisó la Fiscalía en un comunicado.
Fiscales federales dijeron que están investigando la visita por ignorar el deseo de las comunidades Yanomami de permanecer aisladas de la sociedad, violar las reglas de distanciamiento social y distribuir cloroquina a los indígenas.
«La misión militar visitó tres comunidades del estado de Roraima, cerca de la frontera con Venezuela. Entregó equipos de protección y medicinas, entre ellas 16.000 comprimidos de hidroxicloroquina, así como pruebas rápidas de COVID-19. Todas las pruebas practicadas en las aldeas resultaron negativas», reportó la agencia AFP.
El Ministerio brasileño de la Defensa aseguró en un comunicado que la misión siguió los procedimientos legales «dentro de sus atribuciones».
El vicealmirante Carlos Chagas, portavoz del Ministerio, consideró la denuncia «completamente irracional». «¿Cómo una organización preocupada por los indígenas se incomoda con la presencia de gente que está tratando a los indígenas?», declaró a periodistas.
El ministro de la Defensa, Fernando Azevedo, visitó la misión el miércoles y afirmó que la expansión del nuevo coronavirus en tierras indígenas «por ahora está bajo control».
No obstante, el consejo de salud Yanomami CONDISI afirmó que hubo más de 160 casos confirmados y cinco muertes en la tribu, de unas 27.000 personas.
Por su parte, la agencia AFP, cuyos reporteros dieron cobertura a la misión , informó que los periodistas pasaron por exámenes RT-PCR y fueron sometidos a un examen médico antes del abordaje del vuelo en Brasilia. Durante la misión, usaron máscaras y observaron las medidas de distanciamiento físico.
Sin embargo, las comunidades indígenas denunciaron que la visita supuso un mayor riesgo de contagio a través del contacto con personas venidas de fuera.
Roberto Yanomami, líder de una comunidad en Surucucu, afirmó que el Gobierno organizó el viaje sin consultar a los jefes tribales.
“Nos preocupa que vengan extraños y dejen el COVID-19. El pueblo Yanomami fue llamado al regimiento sin explicaciones”, indicó en un video.
“Los indígenas en situación de aislamiento son extremadamente vulnerables a agentes patógenos externos, por lo que su contacto puede configurar un crimen contra la salud pública”, señaló por su parte, Junior Yanomami, presidente del Consejo Distrital de Salud Indígena Yanomami (Condisi-Y), en la denuncia que dio origen a la investigación.
Los Yanomami son la última gran tribu que vive en relativo aislamiento en una vasta reserva, pero han sufrido por décadas invasiones de mineros auríferos que han llevado enfermedades fatales para su gente.
Con información de Reuters y AFP.
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