Pese a la comparación negativa de Jair Bolsonaro que tiene en relación a Donald Trump, presidente de Estados Unidos, esto le ha ocasionado un alto índice negativo de un 45% de rechazo.
Bolsonaro se ha convertido en un hombre polémico. Se ha vuelto un candidato de ultraderecha que ha roto los esquemas de la política tradicional con un discurso conservador y un programa liberal con el que promete rescatar la economía del gigante suramericano.
Su principal adversario es Fernando Haddad del Partido de los Trabajadores (PT), quien es el sustituto del expresidente Luiz Inácio Lula Da Silva, que debería cumplir 12 años de cárcel por corrupción y lavado de dinero.
Totalmente polémico
Este político ultraderechista en reiteradas ocasiones ha reivindicado la dictadura militar de 1964-1985; como también en una oportunidad le dijo a una diputada que no merecía ser violada porque era «demasiado fea»; consideró el nacimiento de su hija “como un momento de debilidad”, puesto que tiene cuatro varones; con respecto a sus hijos varones comentó que ellos nunca tendrían una novia negra porque «están muy bien educados» y que si fuesen homosexuales preferiría que muriesen en un accidente de coche.
Bolsonaro se caracterizado por ser un hombre que dice sin tapujos lo que piensa. Ni la puñalada que recibió el pasado 6 de septiembre, lo ha sofocado en sus ganas de provocar.
Pese a las reacciones que este candidato evoca, Bolsonaro ha sabido subirse al barco en un momento de desasosiego entre los brasileños por años de crisis económica, de inseguridad, con un récord de 63.000 asesinatos anuales en 2017, y una abismal desconfianza en la clase política salpicada por escándalos de corrupción.
Parte de su plan de gobierno
Bolsonaro se ha convertido en el defensor de dotar a los civiles de armas, defiende la mano dura ante la corrupción y la inseguridad. Pretende elegir durante su mandato si llegase a ganar a Paulo Guedes, de 69 años quien lo considera un gurú de la economía, como asesor económico.
Un movimiento de mujeres lideraron manifestaciones masivas en su contra el pasado sábado, decenas de miles de personas salieron a las calles y alzaron sus voces expresando ‘EleNão (ÉlNo, en portugués)’. Ante estas reacciones, el candidato anunció que no aceptaría una derrota en las urnas.
Un sector esperaba que la unión de las mujeres, la fuerza más poderosa al representar la mayoría del electorado con un 52,3%, consiguiese frenar el ascenso del candidato ultraderechista. Pero las consecuencias de la manifestación no fueron las esperadas y Bolsonaro sigue ganando en los sondeos.
La contienda electoral será este domingo 7 de octubre y el llamado es a los 147, 3 millones de brasileños para que salgan a votar desde tempana horas del día y ejerzan uno de sus principales derecho al sufragio.
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