En plena Amazonía brasileña, un grupo de madereros invadió la Tierra Índigena (TI) Arara, entre Uruará y Medicilândia, al suroeste de Pará, denunció la Fundación Nacional del Indio (Funai).
La Funai detalló que la invasión ocurrió el 30 de diciembre para extraer madera ilegalmente y ocupar la tierra con demarcación de lotes. Moradores de la región temen que ocurra un conflicto mayor, ya que hay tensiones entre los indígenas para realizar una protesta en la carretera BR-230, la Transamazónica.
En 2017, una operación del Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables (Ibama), la Policía Federal y la Funai investigó denuncias de invasión en la TI Arara y resultó en el embargo de un aserradero y el decomiso de aproximadamente 150 metros cúbicos de madera en los municipios de Uruará y Medicilândia.
En 2018, indígenas de la etnia Parakanã bloquearon la carretera BR-230 cobrando la retirada de invasores de las tierras Apyterewa en Altamira. Ellos denunciaron que las áreas estarían siendo objeto de crímenes ambientales.
En la región del suroeste de Pará, marcada por la violencia y la destrucción del medio ambiente, la actividad maderera ilícita ha vuelto a funcionar a plena luz del día, con camiones cargados de troncos la carretera PA-70.
En los últimos meses, patrullas ambientales de órganos federales que luchan contra la deforestación fueron atacadas mientras emprendían operaciones de control. En tanto, en la ciudad de Buritis, en el estado amazónico de Rondonia, un hombre roció gasolina a tres autos del IBAMA.
Inclusive la policía evitó un ataque de decenas de personas contra un equipo del Instituto Chico Mendes para la Conservación de la Biodiversidad (ICMBio), en una reserva en el estado de Pará, en la que un puente fue quemado para impedir que los fiscales ambientales pudieran ejercer sus funciones.
Efecto Bolsonaro
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), la deforestación en la Amazonía aumentó 36 % entre junio y septiembre pasados, período de precampaña y campaña electoral, respecto a 2017. En esos cuatro meses, 2.414 kilómetros cuadrados de selva fueron arrasados.
Aunque no ha habido cambio en la legislación, la posibilidad de que el nuevo presidente Jair Bolsonaro dé rienda suelta a la deforestación en la Amazonía podría haber generado a nivel local una mayor acción de madereros ilegales, productores de ganado que se apropian de tierras públicas y especuladores.
Debido a la exploración de recursos naturales, la expansión de la agricultura y la ganadería desde la década de 1960, la Amazonía brasileña perdió cerca del 18 % de su selva originaria en cuatro décadas, lo que generó numerosas transformaciones en la región.
Ecologistas y científicos expertos en la Amazonía advierten que si continúa su destrucción podría estar cercano un punto de no retorno, en el que la selva iría transformándose paulatinamente en una sabana, según expertos.
Con cerca de una quinta parte de todos los recursos de agua dulce superficial de la Tierra y una extensión de selva cercana a dos tercios del territorio continental de Estados Unidos, la Amazonía es considerada fundamental para el planeta y la lucha contra el cambio climático, así como para generar el ciclo de lluvias en América del Sur.
https://www.elciudadano.cl/medio-ambiente/deforestacion-en-brasil-amenaza-con-superar-los-8-000-km%c2%b2-anuales/11/28/
https://www.elciudadano.cl/brasil/la-amazonia-brasilena-peligra-si-gana-jair-bolsonaro-la-presidencia/10/25/
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