Cientos de personas se reunieron frente al apartamento donde vive el presidente de Colombia, Iván Duque, para protestar la noche del viernes, desafiando el toque de queda decretado por el mandatario en Bogotá ante las masivas marchas y protestas realizadas contra las políticas de su gobierno.
Al menos medio millar de manifestantes llegaron hasta la zona de Usaquén, en el norte de Bogotá, para tocar cacerolas frente a la residencia del mandatario, que a esa hora se encontraba en la Casa de Nariño reunido con algunos de sus ministros. Aunque el toque de queda en Bogotá comenzaba a regir a las 21 horas, pasado ese plazo cientos de ciudadanos se encontraban en el lugar, que era resguardado por soldados y policías.
La protesta se disolvió de forma pacífica una hora después de que diera comienzo la prohibición de circulación, pero en la zona se mantuvieron policías, ya que el mandatario suele pasar las noches en el lugar.
Las cacerolas sonaron en distintas zonas Bogotá, que en horas de la noche quedó convertida en una ciudad fantasma. Asimismo, se extendió a otras ciudades del país como Medellín, Barranquilla, Manizales.
Tiempos críticos para Duque
El presidente Duque convocó un consejo de ministros extraordinario para analizar el impacto de las marchas del día anterior, que han sido de las más multitudinarias en la historia de Colombia y además para tratar de encontrar una salida a la crisis que padece su gobierno, que cuenta con una desaprobación del 69%.
Según algunos medios, se llegó a evaluar la renuncia de todo el gabinete, pero al parecer la idea fue desestimada por el crítico momento que atraviesa su administración.
El mandatario optó por hacer un llamado a un gran diálogo social, que debería comenzar la próxima semana y que debe plantear soluciones a las demandas de los colombianos, que están hartos del impacto de sus medidas neoliberales.
Episodios de violencia
Pese a que la mayoría de las protestas han sido pacíficas, también se han generado hechos de violencia, como el que se registró la noche del viernes en el departamento del Cauca.
Tres cilindros bomba lanzados a través de una rampa contra la base del distrito de Policía de Santander de Quilichao, en Cauca, dejó un saldo de tres policías muertos y diez heridos.
El president Duque calificó de «cobarde» el ataque perpetrado en esta entidad en donde se han registrado el mayor número de asesinatos de líderes sociales.
«La orden a nuestra fuerza pública es identificar a los responsables de este hecho. Nuestra voz solidaria a esta comunidad y a los familiares de estos héroes», señaló en su cuenta de Twitter.
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