Ningún interés para negociar el asunto de las islas Malvinas mostró el primer ministro británico, David Cameron, frente al presidente de Argentina, Mauricio Macri.
Durante una reunión celebrada en Davos, Suiza, entre los mandatarios en el marco del Foro Económico Mundial, Cameron ratificó al jefe de Estado argentino que la posición de Londres sigue siendo que las islas continúen como británicas, un reclamo en el que insistió fuertemente Buenos Aires durante la administración de Cristina Fernández.
Las islas Malvinas están en poder del Reino Unido desde el siglo XIX y Argentina reclama recuperar su soberanía por estar situadas frente a las costas de esa nación suramericana.
Antes de las declaraciones de Cameron, el líder del partido laborista, Jeremy Corbyn, apostó por mantener un diálogo «sensato» sobre la soberanía de las Malvinas, un debate clave par las relaciones entre Reino Unido y Argentina.
Sin embargo, Cameron reafirmó: «Es evidente que un nuevo presidente (Macri) ha entrado y ha señalado que se está dispuesto a tener una mejor relación en torno a las Malvinas. Nuestra posición es clara, la gente de las Malvinas celebró un referendo y el resultado de fue absolutamente claro e inequívoco”.
El primer ministro británico se refirió a la consulta celebrada en 2013, cuando los isleños votaron a favor de pertenecer a Londres con un total de 1.513 papeletas y sólo tres en contra, con una participación de más del 90%.
La nación suramericana emitió el 3 de enero de 2015, un comunicado en el que reafirmaba su derecho sobre el territorio de las Malvinas, así como su disposición para negociar con Londres.
El texto señala que “nuestra región ha sido unánime en su rechazo a la presencia militar británica en el Atlántico Sur y ha manifestado su preocupación a través de Unasur (Unión de Naciones Suramericanas) y la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños)”.