Campesinos festejan la gesta de reforma agraria en Cuba

Los campesinos de la isla caribeña de Cuba, agradecen a la revolución gestada en esta nación que la tierra halla sido distribuida para los trabajadores del campo, gracias a la reforma agraria firmada el 17 de mayo de 1959 en La Plata, Sierra Maestra.

En Cuba el 80 por ciento de las mejores tierras cubanas se encontraban en manos de un grupo de compañías norteamericanas y que con la revolución de manos de Fidel Castro los territorios se convirtieron en granjas populares y se organizó la producción agrícola en productos como el arroz, cítrico, ganado, café, viandas, tabaco y otros productos.

Esta medida anunciada por la Revolución, provocó de manera tácita un apoyo rotundo por parte de los cubanos. La Ley de Reforma Agraria confiscó todas las propiedades de más de 400 hectáreas de extensión y entregó la tierra a numerosos campesinos del país.

José Antonio Rodríguez, campesino e integrante de la Cooperativa de Créditos y Servicios «Reinaldo Erice» del municipio cienfueguero de Rodas, trabaja en la finca de frutales cuyo propietario era su padre, fue beneficiado por la firma de la Ley de Reforma Agraria, hace 59 años.

Comentó que reconoce la importancia de poner todas las tierras de Cuba en manos de los guajiros, acción que ayudó a devolver la dignidad a los trabajadores del campo.

“Las tierras que en algún momento estuvieron en manos de latifundistas, de empresas extranjeras –dice– pasaron a manos de nosotros. Fidel en un momento expresaba que sin la aplicación de esta Ley de Reforma Agraria no hubiese sido posible, a principios de la Revolución, lograr el desarrollo económico, político y social. Así llegó la educación, la salud y todos los derechos a los campesinos que antiguamente estaban enajenados de dichas bondades. Estas tierras constituyen la fortaleza de la producción de alimentos para el pueblo”, aseguró Rodríguez.

Añadió que las tierras entregadas por la Ley de Reforma Agraria son las que han contribuido al balance del autoabastecimiento municipal, provincial y nacional.

José Manuel Prada, quien preside la organización de base de esta cooperativa señaló: “Fortalecemos las brigadas juveniles campesinas -agrega- y el crecimiento de la membresía, tanto en jóvenes como en mujeres, asociando a todos los familiares de los campesinos contribuimos al incremento de la producción. Realizamos la contratación y damos el seguimiento moral a esas producciones que deben cumplir los campesinos. Apadrinamos comunidades, refirió al manifestar que atienden las escuelas, bodegas y consultorios médicos, velando por las condiciones de vida. Hacemos donaciones a los hogares de ancianos, hogares maternos, al Hospital Pediátrico, a la escuela para los niños sin amparo familiar y nos ocupamos de los campesinos enfermos”.

Los campesinos han indicado sentirse representados por la organización de base de la ANAP y como aseguró Prada: “Es la misión que recibió el campesinado cubano desde los primeros años de nuestra Revolución. Constituye un compromiso continuar con el legado de nuestro Comandante en Jefe en cada logro, en cada victoria, y en este año del 60 Aniversario del Congreso Campesino en Armas es el compromiso que tenemos con él: continuar y preservar su obra”.

El Héroe de la República de Cuba, Juan Miraldo Miel, presidente de la Cooperativa de Producción Agropecuaria Nicaragua Libre, dijo este jueves que se realizará un acto provincial por el 17 de mayo en Cienfuegos, por lo que será ondeada la Bandera de Honor Niceto Pérez García que recibió hace pocas horas en La Habana.

“Para saludar los 57 años de la constitución de la ANAP, precisa, los 60 años del Congreso Campesino y el 72 Aniversario del asesinato de Niceto Pérez, que fue el 17 de mayo, nosotros trabajamos intensamente. Yo llevo de fundador y aportador de tierra 37 años en la cooperativa”.

A su vez, subrayó que la cooperativa siempre ha sido rentable y según Miraldo: “Producimos caña, ganado, ceba de toros y cultivos varios. La Revolución le dio la tierra no solo al campesino, le dio la dignidad, facilidad para que no fuéramos más explotados ni desalojados, pero con un compromiso: producir para el pueblo».