Una alerta para detectar brotes de la devoradora langosta centroamericana (Schistocerca piceifrons piciefrons Walker), que ataca cultivos de granos básicos y a unas 400 especies de plantas, emitió este sábado (11.07.2020) en San Salvador el Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA).
En una nota dirigida a los ministerios de Agricultura del istmo, el OIRSA pide «incrementar la vigilancia fitosanitaria para detectar focos y realizar controles oportunos» de la plaga, en el marco de la primera etapa de lluvias que culmina en septiembre.
La vigilancia deberá tener un mayor énfasis en las áreas que sufren inundaciones desde el paso de las tormentas tropicales Amanda y Cristóbal en mayo y junio.
Los países donde se podría «reactivar» el problema de la langosta son Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua, en virtud que desde mayo han sufrido inundaciones, así como en Costa Rica y Panamá, que en el pasado han tenido la plaga.
La langosta centroamericana, según un informe técnico del OIRSA,»es una especie de polífagas» que pueden afectar a más de 400 especies de plantas que les sirven como alimento.
La langosta
Una langosta es una fase de ciertas especies de saltamontes, la mayoría pertenecientes a la familia Acrididae, en la cual se observan cambios morfológicos y conductuales. Estos insectos suelen ser solitarios, pero en ciertas circunstancias se vuelven más numerosos y cambian su comportamiento y hábitos, volviéndose gregarios.
Han formado plagas desde la prehistoria. Los antiguos egipcios los tallaron en sus tumbas y los insectos se mencionan en La Ilíada, la Biblia y el Corán. Los enjambres han devastado los cultivos y han sido una causa contribuyente de hambrunas y migraciones humanas. Más recientemente, los cambios en las prácticas agrícolas y una mejor vigilancia de los lugares donde tienden a originarse los enjambres han significado que las medidas de control se pueden utilizar en una etapa temprana. Los medios tradicionales de control se basan en el uso de insecticidas del suelo o del aire, pero otros métodos que utilizan el control biológico están demostrando ser efectivos.
«Científicos afectados»
Los cultivos que resultan «mayormente afectados» son maíz, frijol, sorgo, soja, cacahuate, caña de azúcar, chile, tomate, cítricos, plátano, coco, mango y también pastizales.
OIRSA destacó que «científicos especializados» pronostican que, por las condiciones ambientales y ciclos biológicos de la langosta centroamericana, existen altos riesgos de ocurrencia de brotes que podrían permanecer hasta 2022, con lo cual se podría «afectar enormemente la agricultura regional».
Las mangas del insecto herbívoro tienen la capacidad de migrar más de 150 kilómetros diarios.
«La voracidad de una langosta de dos gramos de peso (es que) consume diariamente entre el 70 y el 100 por ciento de su peso en material fresco. Es así que una manga con una densidad de 80 millones de individuos por kilómetro cuadrado puede consumir unas 100 toneladas de alimento verde por día», advirtió el OIRSA.
El organismo regional pidió a los agricultores reportar la presencia de «saltones, brotes o mangas de langosta centroamericana» y otras especies de acrídidos en los países de la región.
Centroamérica, con cerca de 50 millones de habitantes en 520.000 kilómetros cuadrado, desde hace siglos ha sufrido «graves daños económicos» debido a invasiones de langostas, recordó el organismo regional.
Con información de DW y Wikipedia
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