Cinco personas murieron en un enfrentamiento entre grupos de autodefensas indígenas y colonos en el sector de la comunidad de Santa Martha, ubicada entre Fruta de Pan y Kalmata, a 12 kilómetros al noreste del municipio de Rosita, en el Triángulo Minero de la Región Autónoma del Caribe Norte de Nicaragua, confirmaron las autoridades.
Consultado ante el hecho, el comisionado mayor Róger José Torres Potosme, jefe de la delegación policial del Triángulo Minero, Prinzapolka y Mulukukú, confirmó que tenían reportado el hecho, sin embargo aseguró que el equipo operativo se encuentra en el lugar indagando lo ocurrido.
Líderes comunitarios dijeron que las víctimas fueron identificadas como Denis Jarquín, Juan Peralta, Reynaldo Jarquín, Sixto Jarquín -quien era el pastor de la iglesia evangélica Asamblea de Dios-, y se conoce de una quinta víctima, de quien se presume es una menor de edad.
En el enfrentamiento también resultaron heridos los miembros de la comunidad de Fruta de Pan, identificados como Roman Morgan, Narciso Matute Martínez y Exequiel Presentación, quienes fueron llevados al hospital Rosario Pravia, de Rosita.
De forma preliminar se conoció que los colonos estaban carrilando parcelas que aseguran fueron vendidas por el síndico de Fruta Pan, Juan Maquensi, ocasionando el violento enfrentamiento.
Líderes indígenas han asegurado que los colonos han aprovechado el contexto actual del país para tomarse nuevas áreas de la Reserva de Biosfera Bosawas, ocasionando un estado de máxima alarma en los territorios indígenas.
El conflicto inició el 5 de enero, cuando un grupo de colonos entró a la zona de Siriwas, con la intención de tomarse las tierras que estaban siendo cultivadas por Domingo Washington y su hijo, José Washington.
José Washington fue agredido por los colonos, pero padre e hijo lograron huir hacia la comunidad de Isnawas, donde se convocó a una reunión de la comunidad. 26 comunitarios decidieron regresar a la zona de Siriwas y se dio el primer enfrentamiento, que dejó un colono herido.
Al día siguiente, 20 comunitarios de Layasicksa 2 se movilizaron a la zona del conflicto y hubo un segundo enfrentamiento de más de dos horas, que amenaza con desatar una nueva ola de violencia.“Hay muertos, hay heridos, esto es una emergencia,” afirma Hilario Thompson. “Las autoridades tienen que actuar.”
En las comunidades indígenas en conflicto, el domingo pasado fueron suspendidas las actividades religiosas y se teme que la situación pueda escalar en las próximas horas.
Thompson criticó que la situación que viven las comunidades indígenas amerita que el gobierno declare emergencia pero no ha habido ningún interés por la problemática causada por la invasión de los territorios indígenas. Y preguntó: “¿Adónde están las autoridades regionales y autoridades del gobierno para mediar ante esta situación?”.