Cinco obras claves del poeta argentino Juan Gelman

Calificado «el poeta de la tristeza» Juan Gelman era hermético, místico, popular y vanguardista. Estas son algunas de sus obras claves atravesadas por el amor, la política, la represión, el exilio y la desaparición de parte de su familia durante la dictadura argentina.

Gotán (1962)

Describe sus orígenes y reúne Violín y otras cuestiones (1956), El juego en que andamos (1959), Velorio del solo (1961) y Gotán (1962), sus cuatro primeros libros de poemas.

Del primero se desprende el poema Epitafio:

“Un pájaro vivía en mí./Una flor viajaba en mi sangre./ Mi corazón era un violín.// Quise o no quise. Pero a veces/me quisieron. También a mí/me alegraban: la primavera,/las manos juntas, lo feliz./¡Digo que el hombre debe serlo!// (Aquí yace un pájaro./Una flor./Un violín)”.

Cólera buey (1965)

Recoge su frustración política tras escapar de la dictadura militar. En esta obra destaca Hamlet, un poema que roza su conexión con la metafísica.

“¿no piensas guildenstern no crees/ que hamlet elsinöre la Dinamarca/ europa el orbe el universo y las galaxias que tiemblan más allá/ apenas son la lágrima de un príncipe soñándose en su noche?”.

Dibaxu (1989)

Es un poemario «bilingüe» que consta de 29 textos en idioma sefardí, de la poeta Franco-bosnia Clarisse Nicoîsky, traducidos por Juan Gelman. Se produce un encuentro entre Ética y Poética, aunque el autor no fuera un hombre de religión, sino más bien espiritual.

“no tienes puerta/llave/ no tienes cerradura/ vuelas de noche/ vuelas de día/ lo amado crea lo que se amará/ como tú/llave/ temblando/ en la puerta del tiempo”.

Salarios del impío y otros poemas (1993)

Expone la mente, vida y sufrimiento de Juan Gelman. Es una obra emotiva de epigramas, incompleto, que se aferra al misterio y transita por el misticismo con un tono coloquial.

Hoy (2013)

Es su último libro, contiene poemas sin prosa, de versos libres, que comenzaron a formarse cuando el poeta se reencontró con su nieta Macarena en el año 2000. Recoge textos escritos tras conocerse la condena de los asesinos y torturadores de su hijo, Marcelo Ariel, en 1976, durante la dictadura militar argentina (1976-1983).