El Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito es parte del acuerdo entre el Gobierno neogranadino y las Fuerzas Revolucionarias de Colombia (FARC), el Ejecutivo ha señalado que el documento establece como elemento transversal en el conflicto armado el narcotráfico y, como primer eslabón de la cadena, los cultivos de uso ilícitos.
La reciente revelación de la Oficina de Política Nacional para el Control de Drogas de la Casa Blanca en Estados Unidos señala que en 2017 las hectáreas cultivadas de coca aumentaron en un 11 % con respecto a las cifras de 2016 esto es, en cifras, un incremento de 188.000 a 209.000 hectáreas.
Colombia, ha empezado a combatir los cultivos de coca luego de la firma del acuerdo de paz con las Farc. En ese asunto, el Gobierno Nacional ha pedido expresamente a la comunidad internacional que a Colombia se le dé una oportunidad en el camino que se ha escogido para que la eliminación de los cultivos de coca no sólo sea un asunto represivo y de erradicación forzosa en las zonas en la que los campesinos subsisten con estas siembras, sino que se permita, a través de la sustitución de cultivos, la llegada del Estado a territorios que fueron históricamente abandonados y en los que se enquistó el narcotráfico y el conflicto.
Las Farc “tenía condenados a, por lo menos, 130.000 familias a la siembra de arbustos ilícitos de coca han señalado autoridades neogranadinas.
Las cifras que maneja el Gobierno indican que en los ocho años de la administración de Juan Manuel Santos se erradicaron de manera forzosa unas 670.000 hectáreas (440.000 por aspersión aérea y más de 224.000 con erradicación manual), sin embargo, el fenómeno de la resiembra es otro reto a cumplir.
La confianza del Gobierno está puesta en la voluntad que ya han manifestado 127.000 familias en abandonar cultivos ilícitos y que han firmado acuerdos colectivos e individuales que están siendo verificados por las Naciones Unidas en territorio, parcela por parcela.
La lucha contra este flagelo se hace dura, porque la nación neogranadina es proveedora de la primera nación consumidora de coca, Estados Unidos.
Rex Tillerson, exsecretario de Estado de Estados Unidos, hizo en el mes de febrero una declaración histórica, al destacar que «Tenemos que reconocer que nuestro país es el mayor consumidor de drogas ilícitas».
De acuerdo con el Quest Diagnostics Drug Testing Index, la empresa que analiza este tipo de pruebas, desde el 2012 a enero del 2017 se ha registrado un incremento del 75 por ciento en la cantidad de individuos norteamericanos a los que se les ha podido detectar cocaína en su sistema.
Son redes del narcotráfico que fomentan el cultivo ilícito, y millones de dólares en juego y una cultura que lleva décadas y en la que existe, organismos corruptos, así denunciado también por el gobierno de Venezuela al destacar que al salir de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en ingles), la nación suramericana logró desarticular mayor cantidad de bandas dedicadas al narcotráfico.