Venezuela ha sido este miércoles el escenario para el primer acercamiento formal entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Gobierno de Colombia con el objetivo de consolidar una agenda de paz.
La hoja de ruta incluye seis puntos en la fase pública, la misma cantidad pactada con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo (FARC-EP):
1. Participación de la sociedad
2. Democracia para la paz
3. Víctimas
4. Transformaciones para la paz
5. Seguridad para la paz y dejación de las armas
6. Garantías para el ejercicio de la acción política.
Los puntos 1 y 2 de lo pactado con el ELN equivaldrán al tema sobre Participación Política que se acordó con las FARC-EP, el punto 3 correspondería al punto 5 de la agenda de La Habana, y los puntos 4, 5 y 6 se asemejarán a los del Fin del conflicto.
Sobre justicia transicional, plantean que “el Estado debe asumir su responsabilidad en la guerra y los empresarios deben ser juzgados por presuntos asesinatos y despojos de tierras, propuestas que se alejan considerablemente de los alcances de la Jurisdicción Especial para la Paz que se pactó en Cuba”.
Igualmente, establecieron que la negociación conllevará a una revisión de la doctrina de las Fuerzas Armadas colombiana y a la regulación de los medios de comunicación, y que la refrendación de lo pactado sólo podrá darse cuando la sociedad haya participado y decidido.
Tras dos años de negociación exploratoria, el Gobierno y los jefes guerrilleros aceptaron el acompañamiento de seis países garantes de los acuerdos: Cuba, Noruega, Venezuela, Chile, Brasil y Ecuador.
A diferencia de las negociaciones con las FARC-EP, se acordó que las conversaciones de paz se harán por fases y en algunas ocasiones alternando los países, exceptuando Noruega, y que se instalarán una mesa social y una mesa secundaria en la que habrá cabida de organizaciones sociales.
Voces expertas en el conflicto reconocen que una de las mayores dificultades que tendrá el proceso con el ELN será encontrar la manera de integrarlo a los diálogos con las FARC-EP, debido a que estos van en su etapa final. Por eso consideran que lo ideal sería concretar el cese al fuego bilateral y definitivo entre el Gobierno y las FARC-EP, para abrir paso a la salida negociada con el ELN.
El ELN es el segundo grupo guerrillero de Colombia y, según el Gobierno de ese país, cuenta con unos 2.500 combatientes.