Colombia es señalada en el ámbito internacional por ser una de las naciones que más produce y exporta droga hacia otras latitudes, en especial la cocaína. Sin embargo, su potencial productivo ha ido decayendo en un porcentaje reducido con respecto a cifras de la última década.
Un informe divulgado por la Oficina de Política de Control de Drogas Nacional de la Casa Blanca (Ondcp, en inglés), indica que en 2018 la producción potencial de cocaína fue de 887 toneladas métricas, contra 900 toneladas métricas que se registraron en 2017.
Si bien se trata de cifras que dan cuenta de un mayor control por parte de los organismos de seguridad dispuestos a atacar este flagelo de la droga, el mismo organismo que dio a conocer estas cifras llamaba a Colombia a “hacer más” en 2016.
Las cifras de hace dos años apuntan a que las hectáreas cultivadas de hoja de coca aumentaron un 11 %, pasando de 188.000 en 2016 a 209.000 en 2017.
El potencial de producción de cocaína reflejó entonces un incremento del 19 %, llegando a las 921 toneladas métricas en 2017 frente a las 772 que se registraron en 2016.
Revertir las cifras
En el último indicador de Ondcp se destaca que por primera vez en siete años el potencial de producción de cocaína no registró un incremento en la nación neogranadina.
«Aunque el cultivo de coca se mantuvo en 2018 en niveles históricamente altos, fue el primer año desde 2012 que no se incrementa el cultivo», informó la organización.
Sin embargo, las mediciones de la Ondcp son una estimación con base en números de área cultivada con coca, número de cosechas por año y la productividad de los lotes de coca, no de lo que se consume directamente en los países donde se comercializa de manera ilegal.
Desde la nación del norte de América se ha demandado en los últimos años, a pesar de ser el primer destino de la droga cultivada en Colombia, revertir las cifras.
“El mensaje del presidente (Donald) Trump a Colombia es claro: el récord de crecimiento en la producción de cocaína debe revertirse”, advirtió Jim Carroll, subdirector de la entidad.
“A pesar de que los esfuerzos colombianos de erradicación mejoraron en 2017, fueron superados por la aceleración de la producción. El Gobierno de Colombia debe hacer algo más para abordar este aumento”, añadió.
Cultivo altamente lucrativo
Para tener una idea de la magnitud de lo que implica el cultivo y la producción de cocaína en Colombia, la BBC presentó un trabajo en el que explica que las 207 mil hectáreas de coca equivalen a ver más de 253.000 canchas de fútbol con esta materia prima para la droga.
Se trata de un área mayor a la extensión de Curazao, Aruba y el Vaticano.
No obstante, la cifra actual es la segunda más alta de los últimos diez años, según se desprende del texto de la Oncdp.
Acerca de este informe, el presidente de Colombia, Iván Duque, saludó el anuncio de la oficina de control de drogas del Gobierno estadounidense: «Esto demuestra que sí es posible tener resultados positivos, cuando se enfrenta con decisión el fenómeno de las drogas».
A su vez, desde la Casa Blanca destacaron el trabajo de Duque, quien «ha incrementado los esfuerzos para combatir al narcotráfico, atacando los laboratorios de cocaína y a los traficantes, y cuadruplicando el número de equipos para erradicar 56 % más de cocaína por mes que durante el anterior Gobierno«.
Hace dos años, la misma oficina indicaba que la tendencia de aumento anual en la producción de coca en Colombia está directamente relacionada con un mayor consumo de cocaína en Estados Unidos.
De hecho, en su reporte anual señalaba que este aumento de producción de coca incide directamente en el “incremento de las muertes por sobredosis y otros delitos, así como en la violencia asociada al tráfico de drogas”.
Relación simbiótica
Para cuidarse las espaldas y preservar los intereses comunes, Carroll aseguraba que “Colombia es un socio importante de los Estados Unidos con un papel crítico. Continuaremos trabajando con ellos para reducir drásticamente la producción de cocaína destinada a los Estados Unidos”.
La meta, según la Oncdp, debe cumplirse a corto plazo, unos cinco años. Para esto “se necesitan esfuerzos máximos y resultados concretos para detener la entrada de los cargamentos de cocaína a Estados Unidos”.
Además, EE. UU. reconoce el objetivo colombiano de erradicar 70.000 hectáreas en 2018 manualmente, pero la realidad es otra.
El antecesor de Iván Duque, el expresidente Juan Manuel Santos, consideraba que desde Estados Unidos no “nos pueden pedir que acabemos con el negocio de la noche a la mañana, mientras los consumidores siguen consumiendo y siguen ahora legalizando el consumo de muchas de las drogas que se están produciendo”.
Sacando cuentas, el Ministerio de Defensa de Colombia publicó que en 2017 se ejecutó la erradicación más alta de la historia: 53.000 hectáreas de cultivos ilícitos destruidos.
El despacho señaló que durante los últimos ocho años de Gobierno, con Santos en el cargo, se destruyeron 25.000 laboratorios de producción de drogas y se incautaron 2.000 toneladas de cocaína, una cifra récord.
La DEA, por su parte, en un informe dado a conocer en diciembre de 2016, señaló que Colombia es la principal fuente de cocaína para Estados Unidos.
En un documento titulado “Estimación de la Amenaza Nacional de las Drogas 2016”, citado por la BBC, el organismo asegura que Colombia seguirá siendo la fuente principal de suministro de esa sustancia hacia Estados Unidos.
De acuerdo con datos de la Ocndp, entre 2014 y 2017 las sobredosis por cocaína se incrementaron 160 %, mientras que el número de consumidores de esta droga creció 40 %, pasando de 1,53 millones a 2,17 millones de personas.