La diversidad salió fortalecida en recientes comicios regionales, asegura activista trans Paulina Chavarro
La activista transgénero Paulina Chavarro, electa edilesa de la comuna 13 del barrio Ricardo Balcázar de Cali, aseguró que con los resultados de las recientes elecciones regionales en Colombia, “algo comenzó a cambiar en la sociedad”.
“Este es el momento de despertar y decir ‘ya basta’ a la violencia contra la mujer trans y la comunidad LGBT en general”, reseñó el diario El Espectador.
“Que haya ganado Claudia López como alcaldesa diversa de Bogotá es maravillo, creo que con esto se nos van a seguir abriendo más puertas. La gente se está dando cuenta que tener una orientación sexual diversa no es argumento válido para decidir si será buen gobernante o no. Están aceptando que podemos estudiar, prepararnos y ser ejemplo para la sociedad”.
El análisis de los resultados obtenidos, revelan que unos 12 candidatos de la comunidad LGBT resultaron electos en el proceso. Además de López en Bogotá y Chavarro en Cali, otras diez personas LGBT resultaron favorecidas el pasado domingo, en el primer proceso de este tipo que se lleva a cabo tras la firma del acuerdo de paz en 2016.
Se mencionan el candidato gay por el partido Colombia Humana en Putumayo, Andrés Cancimance, que ocupó el segundo lugar de la votación con el 22.54%, (29.356 votos) y será diputado de ese departamento.
En Cundinamarca, la candidata lesbiana de Mosquera, Ivonne Tapia, obtuvo también la segunda mejor votación (5.262 votos) y llegará al Concejo de ese municipio.
Mientras que Jorge Giraldo Ospina, Esteban Gañan, Nancy Henao, John Jairo Botero Pérez, Luis Emilio Agudelo Quintana, Mario Ospina, Bernardo Tamayo y Luis Leal ganaron como concejales de Bello, Pereira, San Rafael, Toro, Carmen de Viboral y Bogotá y Fausto Arroyave, hombre gay será edil en la comuna 2 de Medellín.
El triunfo de Chavarro
Al referirse a su triunfo en el proceso comicial colombiano, Yury Paulina Chavarro Ramos, de 47 años, reconoce no haber estudiado nada relacionado con la política, pero ha dedicado su vida al servicio social.
Empezó en 2006 enseñando etiqueta y protocolo a los jóvenes de su comuna. Más de 40 niños y jóvenes entre los 4 y 20 años se reunían en su casa para aprender sobre buenos modales en la mesa y la postura al caminar.
Confesó Chavarro que nunca se le hubiese ocurrido participar en política de no haber sido por el impulso y apoyo que le dio su comunidad.
“Yo he sido lideresa por mucho tiempo, pero nunca había estado en la política. Es la primera vez que me lanzo y me siento dichosa porque gané”, dijo Chavarro en entrevista con la prensa colombiana.
Para ella, su único “entrenamiento político” había sido su participación en dos organizaciones, la primera en Casa Gami, lugar en el que aprendió sobre derechos de las mujeres trans y a trabajar con pacientes con VIH de la comunidad LGBT.
En 2010 llegó al Hospital Universitario y comenzó a trabajar como gestora comunitaria y cuya función era ayudar a las mujeres trans con la documentación necesaria para ingresar al programa “vida”, que vinculaba a pacientes con VIH.
“Allí comencé a concientizar al personal que trabajaba en el hospital que debían tratarlas como mujer, porque por eso no iban a las citas médicas, porque eran tratadas como hombres y no cómo lo que eran”, contó la edilesa electa.
Paulina, más que nadie, conoce las necesidades de su comuna. Por eso, lo primero que planea hacer como edilesa será un centro de escucha para los jóvenes pues asegura que es indispensable para el sector.
“La falta de oportunidades hace que los chicos recurran a las drogas o alcohol, en cambio si tienen un lugar en el que reciban atención especializada como sicólogos y trabajadores sociales, ellos se sentirán acompañados e invertirán su tiempo en actividades relevantes”, dijo Chavorro.
Por otro lado, en alianza con Casa Matria, pretende trabajar por el empoderamiento femenino. “Todo lo que he aprendido y vivido durante todos estos años se lo quiero transmitir a las mujeres de la comuna 13, para que sean fuertes líderes, tengan autonomía en sus decisiones y luchen contra la violencia”, aseguró.
Su transición como mujer
Desde niña sintió que era una mujer. “Tenía ocho años cuando hice mi primera comunión con mis hermanas y ellas llevaban unos vestidos largos divinos y a mí me compraron un corbatín y un pantalón, sentí mucha rabia porque quería usar lo que tenían ellas. Uno descubre su orientación sexual desde muy temprana edad”.
Pero fue hasta los 15 años cuando dejó los miedos atrás y se enfrentó a una sociedad (que por años ha marginado a las mujeres trans) y comenzó a vestirse como lo que sentía y era: una mujer.
“Rompí la barrera, se me vino el mundo encima porque fui muy agredida, no solo psicológicamente con groserías e insultos, sino que también vulneraron mis derechos y abusaron sexualmente de mí muchas veces”, contó.