Durante 2018, en el departamento colombiano de Antioquia (centro-occidente) han sido asesinados por el paramilitarismo 24 líderes sociales. La cifra ya supera a la registrada durante el 2017, de 21 asesinatos en todo el año.
De acuerdo con Oscar Zapata, integrante de la Coordinación Colombia-Europa-Estados Unidos, los mas recientes crímenes registrados en la región se suman a las denuncias que han realizado las comunidades sobre el aumento del control paramilitar en el territorio, la presencia de grupos armados y la falta de acciones desde la Fuerza Pública.
Paramilitarismo organizado para cubrir Antiqouia
Las estructuras paramilitares que estarían operando en el territorio, según el nodo de la Coordinación, son las Autodefensas Gaitanistas de Colombia y los Caparrapos. De igual forma, habría presencia de disidentes de las FARC, de bandas criminales relacionadas a carteles del narcotráfico mexicanos y grupos del ELN.
Asimismo, la organización manifestó que de 125 municipios de Antioquia, 121 tiene al menos un grupo paramilitar que ejerce el control territorial, económico, social y político. Uno de los casos más alarmantes sería el del Valle de Aburrá, que contaría con más de 350 bandas criminales, funcionales al paramilitarismo.
«Estamos asistiendo a que, si el Estado colombiano no garantiza la soberanía de las armas en cabeza del propio Estado, estaremos asistiendo a una nueva ola de violencia que se va a desatar, no solo en contra de los defensores y defensoras de derechos humanos, sino contra la población en general. Incluso contra la misma Fuerza Pública» afirmó Zapata.
El paramilitarismo se ha desplegado en la mayoría de los municipios de Antioquia
Líderes asesinados
El pasado 15 de agosto fue asesinado José Vicente García. Un grupo de hombres llegó a su vivienda y le dispararon al líder social de 61 años. De acuerdo con la información dada por sus familiares, García no había recibido amenazas.
El otro líder asesinado es Luis Alberto Rivas, de 22 años de edad, que se había desempeñado como líder juvenil en el corregimiento como Bocas del Toro, perteneciente al Proceso de Comunidades Negras y lideraba iniciativas culturales.
Tras la aparición de nuevos panfletos amenazantes contra funcionarios públicos y líderes sociales de los municipios Valdivia, Tarazá y Cáceres, en el Bajo Cauca Antioqueño, por parte de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) y un nuevo grupo llamado Agucan, el temor se ha expandido en la población, provocando la renuncia de 110 líderes al trabajo que venían adelantando en la región.
Zapata asegura que se ha registrado un incremento del 110% en amenazas contra defensores de Derechos Humanos, lo que ha ocasionado desplazamientos masivos de estas personas. Adicionalmente, en el Bajo Cauca se presente un aumento del «190% de asesinatos selectivos de ciudadanos».
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