Lo que parecía ser una zona de bajo interés arqueológico se ha convertido en una de las excavaciones más grandes de Colombia, abarcando aproximadamente 10 hectáreas, justo en el lugar del proyecto de construcción y mejoramiento de una serie de autopistas, destacó un reportaje de Sputnik Mundo.
En el proyecto de construcción y mejoramiento de la nueva autopista 4G Villavicencio-Yopal, se recuperaron 334 piezas y unas nueve toneladas de cerámicas y artefactos como partes de ollas, cuencos, urnas y herramientas que pertenecían a una civilización prehispánica que habitó en la región de los Llanos Orientales.
El monitoreo planeado dentro del Programa de Arqueología Preventiva implementado por la Concesionaria Vial del Oriente (Covioriente), encargada de este proyecto 4G, hizo posible que se identificaran en el inicio de las obras más zonas arqueológicas en las regiones de impacto. Esto permitió salvaguardar los restos arqueológicos.
Según recoge el periódico La Nación, con una inversión de más de 35 millones de dólares el programa de arqueología llevará a cabo el monitoreo, excavación, rescate de piezas, laboratorio especializado, informe final y socialización de las partes interesadas y disposición del material arqueológico.
«Son los recientes los que mostraron hallazgos porque son proyectos constructivos que cubren mayores áreas, tanto obras relacionadas con hidrocarburos como de vías. Eso vino transformando en los últimos años la imagen que se tenía del Llano», señaló el arqueólogo Juan Carlos Rubiano.
Antes de este descubrimiento, se creía que estos lugares eran habitados por sociedades nómadas con pocos vestigios. Ahora los arqueólogos pudieron comprobar que se trataba de una civilización con grandes asentamientos y patrones de ocupación diferentes a lo que se imaginaban.
«Se pensaba que estas áreas de vivienda estaban fundamentalmente en zonas altas, protegiéndose de las inundaciones y de todos los procesos propios de los ríos en la región, pero lo que se identificó, por ejemplo, en el marco del proyecto del corredor vial, es que hay muchos yacimientos, sobre todo en el departamento del Meta, que quedan en zonas bajas, inundables», detalló Rubiano.
Los arqueólogos notaron que eran sociedades mucho más sedentarias, que tenían pequeñas aldeas, varias agrupaciones de casas alrededor de algunos sitios puntuales, aunque también existían patrones de ocupación de viviendas aisladas.
«Esperamos que los análisis especializados contribuyan a comprender con mayor detalle estos patrones de asentamiento y formas de vida nos den mayor claridad sobre las fechas de las ocupaciones y nos permitan aproximarnos a comprender esas relaciones y transiciones entre el piedemonte y el llano», complementó la antropóloga Mathilde Stoehr Rojas.
De acuerdo con el Instituto Colombiano de Antropología e Historia, en este tipo de obras se implementaron prospecciones intensivas, excavaciones estratigráficas y actividades de verificación y monitoreo que permitieron reconocer áreas arqueológicas que podrían corresponder a viviendas principales, secundarias y auxiliares, de entierro, zonas de cultivo, áreas de tránsito, áreas de rituales, así como zonas de trabajos específicos dentro de los espacios.
Por ahora, las piezas halladas pasaron a la fase de laboratorio donde serán limpiadas y serán sometidas a una microexcavación. Se extraerán restos de materiales como: tierra, semillas, madera carbonizada, restos óseos que pueden contener los artefactos hallados para realizar análisis que contribuirán a reconstruir la historia de esta civilización del Llano.