Masacre en El Tarra se relaciona con control de rutas del narcotráfico

El Gobierno de Colombia reconoció que la disputa por rutas del narcotráfico es el primer móvil de la masacre de nueve campesinos cometida el pasado lunes en el municipio de El Tarra, en el departamento de Norte de Santander.

El ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, aceptó la versión dada por el excandidato presidencial y senador Gustavo Petro, quien advirtió que las mafias mexicanas están actuando en Colombia y tienen que ver con éste y otros hechos violentos en el país.

«Las muertes se produjeron por una disputa de rutas de narcotráfico, tanto doméstico, en Colombia, como relacionadas con rutas en Venezuela para el tráfico de cocaína», dijo Villegas, citado por la agencia Sputnik.

El funcionario señaló que entre los muertos «hay siete exmiembros de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), dos de ellos certificados por el Alto Comisionado para la Paz, y dos civiles».

Las dos hipótesis que manejan las autoridades son: que la masacre fue cometida por grupos disidentes de la desmovilizada guerrilla que intentan controlar ese territorio o que fue obra de miembros del ELN (Ejército de Liberación Nacional).

«Sin embargo, pudo ser en medio de la antigua confrontación entre ELN y «Los Pelusos» (como también se denomina al grupo Ejército Popular de Liberación)», aseguró Villegas.

Los hechos

Según versiones de los pobladores, varios hombres armados con fusiles llegaron a un establecimiento de juegos de billar en el municipio El Tarra, en la convulsa región del Catatumbo, y atacaron a algunas personas que estaban en el lugar. Murieron nueve personas, entre ellas el líder campesino Freddy Quintero, coordinador del comité veredal de El Tarra; mientras que otras dos resultaron heridas.

Las autoridades de Norte de Santander ofrecieron una recompensa de cien millones de pesos (unos 35.000 dólares) a quien entregue información que permita dar con el paradero de los responsables de la masacre.

Por su parte, el ELN y el EPL negaron su responsabilidad en el crimen a través de sendos comunicados.