Siete campesinos del municipio de San Gil (Santander, Colombia) que participaron del paro agrario de 2014 y se enfrentaron con la fuerza pública, se acogieron a un proceso por parte de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
“En ese momento, gente salió no sé de dónde y colocaron piedras. Empezamos los unos con los otros al forcejeo con todo y a puño y todo”, contó Jesús Duarte, uno de los labriegos que aceptó someterse a la JEP y se comprometió a contar la verdad plena.
“La expectativa es salir de este proceso porque la verdad nos ha causado mucha tristeza, mucho de lo que ha pasado en este país, lo que nosotros estamos viviendo”, aseguró Duarte.
El presidente de la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas, Pedro Díaz Romero, explicó que “la Sala tiene que entrar a conocer y a definir la competencia directa sobre los hechos y esta competencia requerirá hacer el análisis de los hechos dentro de una protesta social ”.
En la audiencia de la JEP estuvieron presentes nueve de los 10 policías víctimas de las agresiones, quienes también manifestaron el ánimo conciliatorio y la intención de contar la verdad de lo ocurrido durante el enfrentamiento.
Ahora, la Sala tendrá que definir la competencia y, una vez pase este proceso, se decretará la práctica de pruebas que incluye versiones libre de ambas partes.
Desde hace cuatro años, los campesinos enfrentan un proceso por los delitos de agresión contra un servidor público y obstrucción de vía pública.
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