Que Alberto Carrasquilla sea el próximo ministro de Hacienda colombiano, en el gobierno entrante de Iván Duque, no es algo que sorprenda. Se trata de un economista neoliberal que ocupó el mismo cargo durante la administración del expresidente Álvaro Uribe (2002-2010), con muy claras orientaciones en favor del empresariado y, por supuesto, con sus propios intereses y negocios, no tan transparentes.
Carrasquilla no es sólo el primer ministro que confirma Duque para integrar su gabinete, pues se trata de quien orquestó todo el equipo propositivo y de asesoría que lo acompañó en la carrera hacia la Presidencia de Colombia.
La gestión de Carrasquilla como ministro de Hacienda de Uribe, entre 2003 y 2007 se caracterizó por favorecer la inversión privada y atacar la inversión social. Durante su gestión, por ejemplo, modificó el régimen de seguridad social y acabó con el régimen especial de pensiones.
Las transnacionales fueron sus empresas favoritas, como Rubiales, Drummond y Glencore, las cuales lograron privilegios fiscales a través de la creación de lzonas francas especiales y la ley de estabilidad jurídica. Posterior a su gestión, en el año 2009, propuso, inclusive, la venta de la estatal petrolera Ecopetrol.
Entre 2003 y 2007, Carrasquilla tomó decisiones en temas polémicos como fue la liquidación del Banco del Estado y de Telecom, la venta de Ecogás, la fusión de las Superintendencias Bancaria y de Valores y la privatización de Megabanco y, además, habría sido quien incluyó la empresa suiza Glencore en el proyecto de la Refinería de Cartagena
El neoliberal que entró como académico y salió como empresario
El académico de la colombiana Universidad de Los Andes se dedicó, luego de ejercer como ministro de Uribe, a la consultoría administrativa privada. Pasó a ser director del fondo de inversión Navenby Investments Group INC, una sociedad anónima radicada en Panamá, constituida el 1 de noviembre de 2007, y posee un 33%, de las acciones.
Adicionalmente, fundó la firma Konfigura Capital SAS, un fondo de inversión qué creó junto a su socia, Lía Heenan Sierra, y al abogado Andrés Flórez. La empresa, que se dedicó a la proyección de negocios en distintos campos, salió a la luz cuando apareció vinculada con los Panamá Papers.
Carrasquilla no sólo aparece vinculado a paraísos fiscales, pues también está asociado con oscuros negocios con el propio Estado. A través de Konfigura Capital lideró la creación de un modelo de ingeniería económica que permitió la emisión de lo que se conoció como “Los Bonos Agua”, figura financiera que llevó a cientos de municipios del país a adquirir deudas con altas tasas de interés.
La liquidez obtenida en ese ejercicio debía destinarse para planes de acueductos y saneamiento básico, pero en muchos casos los recursos fueron desviados, y esos municipios terminaron con deudas impagables con un plazo de hasta 19 años.
Negocios durante el gobierno de Santos
Durante el gobierno de Juan Manuel Santos, la firma de Carrasquilla apareció como juez en otro importante proceso contractual, ésta vez en la Fiduprevisora (organismo estatal de previsión social), sobre el que se presentaron múltiples denuncias por presuntas irregularidades en el proceso de adjudicación, dejando en evidencia otro conflicto de intereses.
La firma Konfigura Capital SAS fue la seleccionada por la presidenta de Fiduprevisora, Sandra Gómez, para realizar la evaluación del proceso de selección de los prestadores de salud a los maestros. Carrasquilla, como ministro de Hacienda presidió la junta directiva de la Fiduprevisora y fue jefe de Sandra Gómez. ¡Que casualidad!