«Ya no llega ni de contrabando la gasolina venezolana», claman colombianos en la frontera

Conseguir gasolina se ha convertido en un viacrucis para quienes viven a lo largo de la frontera

«Ya no llega ni de contrabando la gasolina venezolana», claman colombianos en la frontera

Autor: Ronald Ángel

Conseguir gasolina se ha convertido en un viacrucis para quienes viven a lo largo de la frontera. El cerco impuesto por Estados Unidos, que sabotea directamente a PDVSA y su producción de combustible, causa estragos también en suelo colombiano


El bloqueo económico que ha impuesto el Gobierno de Estados Unidos sobre Venezuela no sólo ha tenido serias consecuencias en el deterioro de la calidad de vida de los venezolanos y en la economía de ese país; pues sus estragos también tienen efectos negativos en Colombia, sobre todo en las poblaciones que residen a lo largo de la zona fronteriza.

Históricamente las provincias colombianas y venezolanas que viven en la frontera han generado una interdependencia que se ha vuelto cotidiana y común, parte de la normalidad de sus residentes, al punto de convertir la línea limítrofe en una de las más activas del continente y en la que se mueven cifras multimillonarias por el comercio bilateral.

Pero, desde que los Gobiernos de Colombia y Venezuela decidieron romper relaciones diplomáticas, la vida en la frontera -sobre todo la comercial- ha terminado de transmutar al contrabando de extracción, y el de la gasolina, desde Venezuela hacia Colombia, es uno de los que más genera ganancias exorbitantes a los llamados “pimpineros”.

El negocio es fácil, adquirir el carburante en territorio venezolano es prácticamente un regalo y una vez dentro de Colombia su valor ya genera un buen capital a su traficante, pues al vender el combustible en el mercado negro, más económico que a precio “legal” colombiano, se convierte en la red más buscada para abastecer los vehículos.

Pero, en el último mes, el negocio de los pimpineros -traficantes de combustible- se ha venido abajo. Ahora les toca contrabandear y revender la poca gasolina colombiana que llega a la zona. La razón, el bloqueo estadounidense contra Venezuela ha impedido que entren al país los aditivos necesarios para la producción de gasolina y ello genera problemas en la distribución del carburante, sobre todo a las regiones más alejadas de la capital y estados con mayor peso político y económico.

«Ya no llega ni de contrabando la gasolina venezolana», es la frase más comentada en la mayoría de los testimonios que reseñan medios colombianos sobre la creciente crisis de combustible en la región fronteriza.

Cúcuta, ciudad que el 23 de enero pasado sirvió de escenario para que Estados Unidos intentara invadir a Venezuela de forma violenta y con el uso de grupos irregulares amparados por la policía colombiana, es una de las urbes más afectadas por la falta de gasolina venezolana.

Mensualmente, el Ministerio de Minas colombiano envía a Cúcuta, y al departamento de Norte de Santander, 10.5 millones de galones de gasolina, que hasta entonces contaban con subsidio fronterizo. Pero en términos reales, las necesidades superan lo que suministra el Gobierno colombiano y de acuerdo a las cifras oficiales, actualmente hay un déficit de más de 2 milllones de galones, que son cubiertos por el mercado negro.

El martes 28 de mayo, la directora de estaciones de servicio de Cúcuta, María Eugenia Martínez, declaró a The Associated Press que el contrabando de combustible es algo común en la zona, “pero” desde que Venezuela presenta los problemas “de refinación y de abastecimiento y ya no hay combustible (producto del bloqueo) el contrabando de gasolina hacia Colombia prácticamente desapareció”.

Asimismo, sostiene que las largas colas en las estaciones de servicio, la escasez y fallas en la distribución obedece a que se agotó la cantidad de gasolina asignada mensualmente por el Gobierno colombiano y sobre todo porque “desapareció” del mercado negro la gasolina venezolana.

En ese sentido, el secretario de Tránsito y Transporte de Cúcuta, Rodolfo Torres, advirtió que la ciudad que alberga a unos 700.000 habitantes y tiene en circulación más de 400.000 vehículos y motocicletas, las fallas de gasolina se extenderán por varios días.

Industria y sector transporte podría pararse

La gravedad de la crisis de combustible en la zona fronteriza tiene alarmados no sólo a las regiones que la sufren, sino también a los medios de comunicación colombianos, al Gobierno y a los empresarios que viven del comercio en el Norte de Santander, El Cesar y La Guajira colombiana.

Al respecto, el profesor Jorge Restrepo, entrevistado por RCN Radio, considera que la grave situación relacionada con el suministro de combustible se debe en gran parte a “las sanciones” de EE. UU. contra Venezuela, que han ocasionado que la economía del país bolivariano prácticamente colapse.

Esta situación, advierte Restrepo, podría generar una paralización total de la industria comercial y el sector transportador en la frontera, pues “ya no entra gasolina por contrabando desde Venezuela (…) y el abastecimiento de Colombia no alcanza para abastecer la demanda por parte de vehículos, ni para la industria del sector transporte”.

Restrepo agrega que el déficit de gasolina colombiana y la ausencia de combustible contrabandeado desde Venezuela ya causa estragos en todo el Norte de Santander, el Cesar y la Guajira, donde se empiezan a generar largas colas para surtir el poco combustible que queda en las estaciones de servicio.

Sin embargo, la administración de Iván Duque -uno de los principales actores para bloquear sistemáticamente a Venezuela y asfixiar a la población- a través del ministerio de Minas y Energía asegura que cuentan “con suficiente gasolina subsidiada para atender la alta demanda”.

Protestas de “pimpineros” exigen empleo al Gobierno

Además de las largas colas registradas en Cúcuta, Riohacha, entre otras localidades fronterizas, las protestas por la falta de combustible ya se han hecho presentes en territorio colombiano, sobre todo por parte de los pimpineros, quienes alegan que su “sustento de vida” está en riesgo y que el Gobierno no ha hecho nada para mejorar su situación.

“No están atacando muy duro y queremos una solución para nosotros poder mejorar (las condiciones de vida). Somos padres de familia. Estamos ardidos porque no tenemos una fuente de trabajo. Si el Gobierno no nos soluciona, nos está obligando a meternos en los grupos ilegales, porque qué más vamos a hacer”, alegó uno de los contrabandistas de gasolina que decidieron bloquear la vía Ocaña-Cúcuta y que fueron reseñados por el Semanario La Provincia a través de un video.

Con capuchas, los contrabandistas expresaron que su protesta es pacífica y piden que les dejen revender la gasolina colombiana, pues la venezolana ya no llega, y en ese sentido exigen a Bogotá que “si quieren que no trabajemos con el contrabando, que nos busquen una solución, porque esto es lo único que tenemos”.

Pero la solución del Gobierno colombiano no apunta a generar nuevos empleos, sino a quitar el subsidio al combustible en la zona fronteriza, para así llevar el carburante a la región, es lo más seguro. De hecho, una vez se tome esa medida la gasolina incrementará su precio en al menos un 36 %, y eso sucederá cuando se acabe la cuota de combustible subsidiado.

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Una «estación» de gasolina improvisada en Colombia por contrabandistas de combustible venezolano. Foto: Web

El Norte de Santander, La Guajira y Arauca tienen cupos disponibles por 2 millones 224 mil 155 galones, 332 mil 671 y 295 mil 601 galones de combustible con beneficios, respectivamente, según el Ministerio de Minas y Energía, y con base en el Decreto 1.073 emitido en 2015.

El Norte de Santander consume 8 millones 932 mil galones diarios. Por ello, el Gobierno autorizó un aumento de 638 mil 903 galones de combustible con beneficios, es decir, a costos menores que el precio nacional, incrementando el cupo de 10 millones 517 mil 739 a unos 11 millones 156 mil 642 galones. La disponibilidad para lo que resta de mayo es de 2 millones 224 mil galones con beneficios.

Según explicó Farid Jones, director ejecutivo en Fendipetroleo Santander y Sur del Cesar, al diario colombiano Vanguardia, “en esta zonas del país se compra más combustible de contrabando que el legal”.

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El suministro de gasolina venezolana en Colombia se hace a plena luz del día y con el permiso de las autoridades

Para Jorge Navarro, docente de Economía de la Universidad Industrial de Santander, “las repercusiones directas las tienen las ciudades fronterizas, que son las que se han abastecido históricamente (del contrabando) y tanto en Cúcuta como Riohacha, así como en municipios más pequeños, hay problemas de abastecimiento”.

Los departamentos en zonas de frontera tienen cupos de combustible con beneficios, que son asignados por MinMinas, de acuerdo con una metodología establecida por el Decreto 1073 de 2015

Cúcuta: un viacrucis por la gasolina

Un resporte televisivo de Noticias Caracol detalló que los habitantes de las localidades de Cúcuta y Riohacha han vivido un viacrucis para suministrar combustible a sus vehículos.

Cúcuta
Las colas para abastecer gasolina en Cúcuta supera las tres horas en las pocas estaciones donde se consigue combustible

En Cúcuta, por ejemplo, de 37 estaciones de gasolina disponibles, al menos 15 se han quedado sin el carburante, y las colas para reabastecer en las que sí tienen gasolina “legal”, supera las tres horas de espera.

“Todo el mundo echaba gasolina de contrabando (…) es más barata”, dice uno de los entrevistados, quien agrega que ante la ausencia de ella se han visto obligados a buscar la “legal” para poder movilizarse.

“Conseguir combustible es casi que imposible”, dice otro de los entrevistados al hacer referencia sobre lo que se vive en la frontera colombiana.

Esta situación ha ocasionado que taxistas y mototaxistas hayan aumentado las tarifas de sus servicios, pues acostumbrados a llenar sus tanques con “gasolina barata venezolana” en el mercado negro, ahora tienen que poner la “legal”, mucho más costosa y además escasa.

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En Cúcuta y otras localidades de la región fronteriza colombiana se registran largas colas para acceder al combustible. Foto: Web

Por ahora, el gobernador de Norte de Santander, William Villamizar Laguado, le ha pedido al Ministerio de Minas y Energía ampliar el cupo de galones para la ciudad. Mientras tanto, las alarmas siguen prendidas y la crisis de combustible, así como el viacrucis que ahora sufren los colombianos residentes en la frontera con Venezuela -producto del bloqueo estadounidense contra su vecino país- parece extenderse y mutar hacia la cotidianidad.

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