El presidente brasileño, Michel Temer, enfrentará este martes un juicio ante el Tribunal Supremo Electoral (TSE) que cuestiona el resultado de la elección de 2014 y podría sacarlo del poder, aunque con eventuales recursos previos. En las elecciones de 2014, Dilma Rousseff (PT) y su vicepresidente, Michel Temer, (PMDB) fueron reelegidos para el período 2015-2018.
>El Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB), vencido en la contienda, denuncia que la campaña de la fórmula ganadora utilizó recursos desviados de la petrolera estatal Petrobras, realizó gastos por encima del valor informado y empleó recursos de la maquinaria estatal —como espacios de publicidad y edificios públicos— con fines proselitistas. Todo esto constituyó «abuso de poder económico, político y fraude, revelándose ilegítimo el mandato otorgado» a Rousseff y Temer, afirma el PSDB en su acusación.
Este nuevo capítulo de la crisis brasileña se produce cuando todavía no cerraron las heridas del impeachment que terminó con 13 años de la izquierda en el poder mediante los gobiernos de Lula Da Silva y Dilma Rousseff. Ahora, el nuevo gobierno conservador también es bombardeado por denuncias de corrupción del fraude a Petrobras.
Sin embargo, la mayoría en el Congreso y el aval de los mercados a su programa de ajustes, el Palacio de Planalto apuesta a dilatar el proceso y acercarlo lo más posible a las elecciones de octubre de 2018. “Hay mucha tranquilidad. El tiempo está a favor del presidente. Hay muchos recursos jurídicos” y si el Tribunal Superior Electoral (TSE) vota la anulación, el fallo “será apelado ante la corte suprema”, dijo a la AFP una fuente del gobierno que pidió no ser identificada.
En esa dirección, los propios jueces del TSE podrían solicitar una suspensión para examinar el informe final, de más de 1.000 páginas, y también los acusados solicitar una ampliación de sus defensas. Pero si la estrategia falla y el TSE anula el resultado electoral de 2014, la Constitución determina que el Congreso elija un nuevo presidente para terminar el mandato iniciado por Rousseff y continuado por Temer.
Tal como señala Infobae, el juicio comienza el martes y están previstas al menos cuatro sesiones en las que la acusación, la defensa y el Ministerio Público presentarán sus argumentos. Luego cada uno de los siete jueces del tribunal presentará oralmente su voto y así se dará el resultado.
En teoría, el proceso podría concluir el jueves de la misma semana. Pero cualquiera de los magistrados puede solicitar una suspensión para profundizar su estudio del informe final, de más de mil páginas. Los abogados de los acusados también pueden solicitar una ampliación de sus defensas.