Este martes comienza en Buenos Aires la etapa de declaraciones de un juicio especial. Por primera vez serán juzgadas las graves violaciones a los derechos humanos cometidas en un predio de la automotriz estadounidense Ford durante la dictadura militar argentina de 1976-1983.
Con cuatro décadas de demora, ex delegados de la compañía podrán declarar ante la justicia sobre la responsabilidad de la dirigencia empresarial de Ford por los secuestros y torturas de varios de sus obreros en ese período. Más de la mitad de las víctimas murieron sin esa posibilidad y la mitad de los responsables, sin condena.
El juicio comenzó en diciembre, pero los obreros de la fábrica ubicada en General Pacheco, provincia de Buenos Aires, recién podrán declarar a partir de este martes. La planta empleaba a más de 7 mil personas en 1976, cuando fue montado un centro clandestino de detención en el por un acuerdo de la dirigencia de la empresa y las fuerzas militares.
La primera denuncia sobre el caso fue presentada en 2002, pero recién en 2013 la justicia comenzó a actuar y en 2014 elevó la causa a juicio, tras el procesamiento de tres ex directivos de Ford. Otros cuatro años más debieron esperar las víctimas sobrevivientes para poder declarar en un juicio oral y público, este 20 de marzo.
Respecto al juicio, el diario argentino Página 12 escribió: «En la historia que cuenta los secuestros y las torturas sufridas por obreros de la fábrica Ford durante la última dictadura cívico militar, el tiempo no jugó a favor de ellos: en la espera para que el Estado revise esos hechos, que duró 40 años, la mitad de ellos murieron sin obtener Justicia y la mitad de los dirigentes de una de las multinacionales automotrices con más peso, entonces y hoy, en el país, sin condena. Sin embargo, los días venideros ilusionan a los sobrevivientes, que comenzarán a descontarle a la desesperanza cuando dos de ellos declaren por primera vez ante jueces, ante sus familiares, ante sus abogados y ante sus verdugos».