La Comisión de la Verdad de Bolivia recibió hoy de manos del Ministerio de Justicia del país 6.117 expedientes, que contienen declaraciones de víctimas de las dictaduras, útiles para establecer la información de los sucesos que abarcan los años 1964 a 1982.
En una rueda de prensa conjunta, el ministro de Justicia, Héctor Arce, destacó que los folios entregados en 136 cajas contienen relatos y documentación de las personas «fueron torturadas, vejadas, violadas en sus derechos humanos» durante varios periodos gubernamentales dictatoriales.
La entrega constituye uno de los aportes documentados más importantes a la Comisión de la Verdad, misma que comenzó a trabajar en agosto del año pasado con la juramentación de sus integrantes por parte del presidente del país, Evo Morales.
La presidenta de la Comisión de la Verdad, Nila Heredia, señaló que la documentación tiene «un valor enorme», ya que al contener testimonios hará posible que se faciliten varias tareas de indagación.
El lote de expedientes tiene incluso «documentación original» de la época, realzó Heredia.
Recientemente una disposición del Legislativo nacional permitió ampliar a un año el trabajo de la Comisión de la Verdad del país, que inicialmente contaba con un periodo de dos años de labor.
Según aseguraron los parlamentarios la medida fue para evitar que existan investigaciones inconclusas durante el proceso.
Son parte de esta Comisión, además de la presidenta, los activistas y exdirigentes sociales Édgar Ramírez, Isabel Viscarra, Teodoro Barrientos y Fernando Rodríguez Ureña.
Este brazo de investigación deberá definir responsabilidades que a su vez serán remitidas a la Fiscalía para que se inicien los procesos legales respectivos.
Una de las principales tareas, que fue reafirmada por Morales, es que se encuentren los restos del líder socialista Marcelo Quiroga Santa Cruz, desaparecido durante el golpe militar del recientemente fallecido dictador Luis García Meza (1980-1981).
Se cree que durante el periodo 1964-1982 las dictaduras militares dejaron 1.392 personas asesinadas, 486 desaparecidos y 2.469 exiliados, según datos elevados por el jesuita español Federico Aguiló y que son cifras de referencia para la investigación. EFE
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