La Comisión Mixta del Diálogo Nacional, integrada por tres miembros del Gobierno de la República de Nicaragua y tres miembros de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (oposición), hicieron este lunes un llamado al cese inmediato de toda forma de violencia y el cumplimiento de las recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
En un comunicado divulgado por la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), mediadora del diálogo nacional entre el gobierno y sectores de la sociedad civil, las partes acordaron exigir parar “toda agresión contra cualquier medio de comunicación” y, a su vez, exhortaron a los medios que propagan noticias falsas e instigan a la violencia, “a que se abstengan de seguir haciéndolo”.
Condenaron igualmente los ataques contra la Universidad Nacional de Ingeniería de Nicaragua (UNI) y Radio Ya y se reafirmó el compromiso a aunar esfuerzos y enviar un mensaje para la flexibilización de los tranques (bloqueos de vias) en el país.
Aspiran “reanudar el diálogo nacional en la mesa plenaria para retomar la agenda del tema de la democratización”, que fue suspendida el pasado miércoles hasta tanto dicha comisión mixta logrará establecer una agenda consensuada para darle continuidad a las negociaciones, reseñó Prensa Latina.
Hoy, la Comisión Mixta del Diálogo Nacional reiteró “que el éxito del diálogo requiere de un clima adecuado para su desarrollo. El único camino admisible para fortalecer la democracia es la paz y exhortamos a no apartarnos de ese camino. Reiteramos nuestro agradecimiento a la Conferencia Episcopal de Nicaragua por su continuo apoyo”, se puede leer en la misiva de la CEN.
A pesar de ello, las acciones de violencia persisten y el número de víctimas aún está por determinarse, algo que fue rechazado por la vicepresidenta de la República, Rosario Murillo: “Rechazamos esa cultura de odio que nos hace tanto daño y que tanto nos había costado erradicar”.
En otro comunicado, la Secretaría General de la Universidad Nacional de Ingeniería de Nicaragua (UNI) exhortó a respetar las instalaciones y derechos humanos de los trabajadores, ante la toma del centro por manifestantes.
Las autoridades instaron a no violentar ni destruir los bienes físicos de la UNI, respetar la vida humana, la autonomía universitaria y el trabajo del personal. Abogaron por el respeto a la libertad de cátedra, la libre expresión, la propiedad privada y pública, así la movilización de toda la comunidad universitaria.