En caso de que el líder del Cártel de Sinaloa, Joaquín ‘El Chapo’, que escapó de una cárcel mexicana de máxima seguridad, no sea recapturado pronto, es posible que empiece un reacomodo de los cárteles de droga en el país, acompañado por un nuevo período de violencia, opinan algunos analistas consultados por BBC Mundo.
No obstante, a diferencia la primera fuga de Guzmán en 2001, después de la cual inició una guerra contra cárteles rivales, esta vez la violencia será menos extendida, opina Javier Oliva Posada, catedrático de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). «Se puede reducir a dos o tres grupos que hubieran traicionado a Joaquín Guzmán», expresa.
Una de las razones es que muchos de quienes antes eran los principales enemigos de ‘El Chapo’, actualmente están prácticamente desarticulados. El grupo que sí podría provocar una nueva guerra es el Cártel Jalisco Nueva Generación. «El Cártel de Sinaloa había perdido cierto protagonismo después de la captura de Joaquín Guzmán y el que lo había asumido era Nueva Generación», explica Martín Barrón, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Penales. «Esto necesariamente traerá un reacomodo de fuerzas dentro de las fuerzas delictivas», concluye.
Otra teoría es que ‘El Chapo’ pueda iniciar una lucha interna dentro de su Cártel de Sinaloa para recuperar el poder, según opina Raúl Benítez Manaut, presidente del Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia (CASEDE). Otros analistas aseguran que el liderazgo de ‘El Chapo’ ayudaría a su cártel a crecer y afianzar su posición en el país.
En la opinión de Oliva, una consecuencia política de la fuga de ‘El Chapo’ es que el presidente Enrique Peña Nieto debe rever su sistema penitenciario y de justicia. Y en ese sentido, «indudablemente el presidente tiene que hacer una revisión a fondo de su equipo y estrategia».