América Latina y El Caribe enfrentan una crisis educativa sin precedentes luego de reportar miles de contagios y muertes por el coronavirus, según un informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
A pesar de manifestar disposición a colaborar, la agencia de la Organización de las Naciones Unidas con sede en Nueva York señala que a partir de la llegada del COVID-19 a esta región del planeta el 90 % de los niños de están fuera de la escuela, como medida de prevención a la enfermedad.
Unicef indicó que se dispone a enfrentar esta crisis con la campaña #AprendoEnCasa mientras cerca del «90 por ciento de los centros educativos de primera infancia, primaria y secundaria» de la región están cerrados por la pandemia y «el porcentaje va creciendo rápidamente».
Bernt Aasen, director de Unicef para la región, asevera que «esta es una crisis educativa sin precedentes en la historia reciente de América Latina y el Caribe».
Curva de aprendizaje en alerta
Una de las advertencias del organismo en medio de la pandemia es que si se extiende la situación «hay un gran riesgo que los niños y niñas se quedan atrás en su curva de aprendizaje y que los alumnos y alumnas más vulnerables no vuelvan a regresar a las aulas».
En ese contexto, Unicef recomienda usar todas las herramientas tecnológicas y canales disponibles, además de la radio, televisión, internet o celulares, para enfrentar este reto con «un esfuerzo conjunto de los Estados, del sector privado, de los padres y de los niños y niñas».
Si bien UNICEF advirtió en marzo que “nunca tantas escuela habían estado cerradas al mismo tiempo”, algunos países han tomado cartas en el asunto.
Un reportaje de la agencia Reuters señala que zonas rurales y barriadas de las ciudades en toda América Latina o carecen del servicio de Internet o es muy lento, pero maestros, familiares y los niños logran acceder vía teléfonos inteligentes a las tareas y actividades que se envían por Whatsapp y otras redes sociales.
Por ejemplo, el gobierno del presidente Nicolás Maduro mantiene desde marzo un programa en la televisión estatal llamado “Cada familia una escuela” y que a lo largo de una hora ofrece sencillos contenidos para niños de educación inicial, primaria y bachillerato.
En Chile, los maestros, académicos y actores llamaron la semana pasada a las estaciones de televisión a que transmitieran programas educativos para evitar el incremento de “graves desigualdades”.
Una tarea común
La situación de confinamiento y cuarentena para evitar una mayor propagación del virus aplica en todo el mundo, por lo que el llamado de Unicef a escala global es hablar con los pequeños sobre el coronavirus «de manera sencilla, clara y tranquilizadora, abordando las emociones que puedan estar sintiendo».
Entre las medidas que destaca Unicef está proporcionar a los niños información sobre cómo protegerse del virus, promoviendo, por ejemplo, mejores prácticas de lavado de manos.
En una de las guías para padres y educadores publicada por la organización apuntan que, «sabiendo que más tarde o más temprano la mayoría de nuestras costumbres podrán reanudarse, se trata de instalar nuevas rutinas, hábitos y actividades que estructuren este tiempo mientras dure».
Evidentemente, esta situación puede ocasionar dificultades en los niños para comprender lo que ven en Internet o en las pantallas de televisión, escuchar las conversaciones de otras personas, y pueden ser especialmente vulnerables a los sentimientos de ansiedad, estrés y tristeza.
Por esa razón, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia ha publicado una serie de consejos sobre cómo hablar a los pequeños sobre el coronavirus y poder tener una conversación franca que les ayude a comprender y enfrentarse a esta delicada situación.
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