¿Cómo se viene el panorama político para América Latina en 2019?

¿Se extenderá la derecha más allá de Brasil, Colombia y Chile? ¿Regresará Argentina al carril de la izquierda? ¿Cumplirá López Obrador con las expectativas que pesan sobre él? Estas y otras más son las preguntas que se hacen los analistas ad portas de comenzar el 2019

¿Cómo se viene el panorama político para América Latina en 2019?

Autor: Leonardo Buitrago

Para 2019 el panorama geopolítico y económico de América Latina se vislumbra complejo y lleno de incertidumbres, debido al enfrentamiento de las fuerzas de izquierda y derecha que mueven y dividen a la región.

Lo cierto es que al igual que 2018, el próximo año estará signado por el desarrollo de elecciones presidenciales como las de Argentina, Bolivia y Uruguay. A lo que se suman los desafíos en materia económica y social, y los efectos de los movimientos migratorios a nivel continental.

Los analistas han dado a conocer sus perspectivas, predicciones y vaticinios sobre los hechos que marcarán el futuro de América Latina en 2019.

¿Se extenderá la derecha más allá de Brasil, Colombia y Chile? ¿Regresará Argentina al carril de la izquierda? ¿Cumplirá López Obrador con las expectativas puestas en él? ¿Pasará Uruguay al bando derechista?, son parte de las preguntas que se desvelarán el próximo año.

Supervivencia de Macri

En Argentina está en juego, tanto la supervivencia política de su presidente, Mauricio Macri y su proyecto reeleccionista, como la estabilidad política, fiscal  y económica de esta nación severamente afectada por altos índices de inflación, devaluación, fuga de capital y descontento de la población.

Muchos analistas se preguntan si el actual mandatario correrá la misma suerte de Raúl Alfonsín y de Fernando de la Rúa, quienes no pudieron concluir sus mandatos presidenciales, o por el contrario se mantendrá en el poder a pesar de que cada vez está más cerca un estallido social que lo saque del gobierno.

Advierten que Macri afrontará el último año de su mandato con ganas de estirar su estadía en la Casa Rosada, por lo que buscará su reelección en octubre, enfrentándose a su antecesora Cristina Fernández (2007-2015).

En entrevista con el diario El Comercio, el politólogo argentino Juan Germano, director de Isonomía Consultores, perfila así la batalla: “Los dos están golpeados y erosionados. El proceso económico tan complejo le ha restado muchos puntos de popularidad a Macri, pero estos tres años tampoco han sido fáciles para Cristina, asediada por causas de corrupción que pueden haber minado su credibilidad”.

Señaló que aunque ambos mantienen sus núcleos duros, el reto será  la capacidad de ‘pescar’ entre los sectores independientes.

“En este esquema de polarización, matices como la elección de los compañeros de los actores principales serán claves para buscar al electorado no convencido”, remarcó Germano, quien no descartó la aparición de una tercera corriente: “No ha surgido hasta ahora, pero hay argentinos que buscan una tercera opción, que será eficaz en la medida que se apropien de un espacio que hoy alcanza a un tercio o poco más del electorado”.

Aunque ya está escrito, los analistas prevén que Cristina Fernández, al igual que en 2018, será objeto de una guerra judicial para intentar impedir  su regreso a la Casa Rosada, tal y como se logró con Luiz Inácio» Lula» Da Silva en Brasil.

De  hecho desde el  próximo 26 de febrero tendrá que someterse al juicio oral y público por la causa conocida como la de Vialidad, que está relacionada con la presunta asociación ilícita y administración fraudulenta con  el fin de apropiarse con fondos del Estado asignados a obras públicas.

Este periplo judicial se podría extender hasta octubre, cuando se realicen las elecciones primarias, lo que podría sacar a la expresidenta de la carrera electoral.

Asimismo, la más resonante de las causas contra Cristina Fernández, la de los cuadernos de las coimas, también podría filtrarse en fechas electorales.

El fiscal Carlos Rívolo adelantó que “puede tratarse en un juicio oral sobre el segundo semestre del año que viene”.

Sin embargo, según los sondeos de opinión, las causas judiciales por corrupción no hacen mella en el voto duro con que cuenta la ex mandataria.

Seguirá la crisis

Lo más difícil para quien esté al frente de Argentina será gobernar un país con el 33,6% de pobres, según las cifras de  la Universidad Católica, y  con un 48% de los niños en condiciones precarias, complementa Unicef.

El 2019 también estará marcado por los periódicos controles del Fondo Monetario Internacional (FMI) en las cuentas locales, luego del endeudamiento solicitado por ese país sudamericano, a cambio de recortes y políticas de austeridad.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) contempla que la economía de Argentina experimentará el próximo año una contracción de -1,8%.

Elecciones en Bolivia

En 2019 el pueblo boliviano deberá decidir si  Evo Morales estará al frente de un  cuarto período presidencial de seis años.

El próximo 27 de enero habrá elecciones primarias, en las que se elegirán a los candidatos para los comicios de octubre, donde la fórmula ganadora gobernará el Estado plurinacional durante el período 2020-2025.

La Justicia local autorizó al actual mandatario, a postularse como candidato a la Presidencia por cuarta vez consecutiva; ocupa el puesto desde 2006.

Sus detractores sostienen que ello se contrapone a la Constitución, y desarrollaron protestas en su contra.

En los últimos 13 años, Bolivia ha experimentado un crecimiento económico acelerado: su producto bruto nacional es hoy cinco veces mayor que en 2005, por  lo que la mayoría de los analistas ven una clara victoria del líder progresista.

Sin embargo, el politólogo boliviano Raúl Peñaranda sostiene que el panorama no es tan sencillo para las elecciones de octubre próximo, ya que a Morales le pisa los talones el ex gobernante Carlos Mesa, por lo que el resultado será una lucha a brazo partido.

“Hay 10 meses por delante, será la campaña preelectoral más larga de los últimos años y temo que habrá escenarios de protesta y violencia”, avizora el analista, citado por El Comercio.

Renovación del Frente Amplio en Uruguay

No es sorpresa que para el próximo año los analistas pronostican que  la renovación en votos es el desafío que tendrá la nueva generación de dirigentes del izquierdista Frente Amplio para obtener la victoria electoral en Uruguay.

Los líderes de la  coalición que gobierna Uruguay desde 2005 sin perder la mayoría absoluta se están retirando. De este modo, Tabaré Vázquez, de 78 años y dos veces presidente de Uruguay, el exmandatario José “Pepé Mujica”, de 83, dejan un vacío que empezará a cubrirse en pleno proceso electoral.

La incógnita es cómo reaccionarán los electores ante el inevitable cambio generacional, y el surgimiento de nuevos actores políticos, como el millonario empresario Juan Sartori, posible candidato presidencial del tradicional Partido Nacional (PN).

Sin embargo, Jorge Lanzaro, profesor de Ciencia Política de la Universidad de la República, señala que el Frente Amplio es actualmente el partido de izquierda más grande de Latinoamérica por su porcentaje de simpatizantes, y que en una votación a dos vueltas, como es la uruguaya, es probable que los electores mantengan a este partido en el poder.

Bolsonaro entra al juego

A partir del próximo 1 de enero Jair Bolsonaro, el político de extrema derecha cuestionado por sus discursos discriminatorios, será el nuevo presidente de Brasil, el país más grande de América Latina.

Aunque las decisiones y  políticas que impondrá despiertan expectación, lo cierto es que en su campaña electoral presentó un programa de mano dura frente a la criminalidad y la corrupción, de privatizaciones para reactivar la economía y de alineamiento diplomático con su homólogo estadounidense Donald Trump.

“¡No hay dudas de que cambiaremos la orientación que los gobiernos anteriores le dieron a Brasil”, dijo el pasado 19 de diciembre durante una reunión con los ministros que integrarán su gabinete, en el que son mayoría militares.

En declaraciones a Sputnik,  el analista argentino Ariel Goldstein, prevé que en el gobierno de Bolsonaro tendrá mucha importancia la alianza con los grupos evangélicos, cuyos representantes son el ministro de educación, Ricardo Vélez Rodríguez, la ministra del Desarrollo social, Damares Alves, y el Canciller, Ernesto Fraga Araújo, que serán las” tres patas de la política cultural en Brasil».

«El escenario es complicado, y va a tener que ver con una línea de políticas públicas religiosas, evangélicas, que va a bajar y va a tener muchos conflictos en la sociedad», explicó Goldstein.

Asimismo, advirtió que «Bolsonaro generó en sus electores mucha ilusión de un cambio, y eso va a ser difícil y es posible que genere una frustración«.

En materia de política exterior  ya es sabido que  Bolsonaro “estará a favor de Trump y de Israel» y en contra de Nicolás Maduro, a quien excluyó a última hora de la ceremonia de investidura presidencial.

No obstante, el mayor temor es que acciones tomará respecto al Mercado Común del Sur (Mercosur), ya que desde su campaña se mostró poco partidario de los mecanismos de integración.

Las expectativas puestas en López Obrador

El 1 de diciembre Andrés Manuel López Obrador (AMLO), asumió las riendas de un país convulsionado por el conflicto migratorio, la desigualdad social,  el narcotráfico, la violencia y la corrupción, por lo que según las perspectivas de los analistas deberá demostrar en 2019 que llegó para transformar al país y no sólo tener el poder.

México vive una intensa ola de violencia. De acuerdo con el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) entre enero y octubre de este año se cometieron más de 24.000 homicidios y se espera que 2018 termine con más de 150.000 asesinatos.

A esto se suma el problema del narcotráfico, ya que existen en total seis cárteles y más de 80 células delincuenciales repartidas por todo el país.

Para contener la violencia, López Obrador propuso el Plan Nacional de Paz y Seguridad, que incluye una amplia estrategia de prevención de delitos, legalización de la marihuana y un programa de desarme de carteles, por lo que hay expectativa sobre su eficiencia.

Otro de los retos que deberá afrontar  es el de garantizar el crecimiento económico en el tiempo y mantener en equilibrio las finanzas públicas.

En el presupuesto para 2019, López Obrador asegura que acabará con los gastos superfluos y el derroche, para “cumplir todos los compromisos de campaña» y promover la agricultura, educación, salud y desarrollo social.

Otro tema que acaparará la atención de la opinión pública será el de las relaciones entre el presidente mexicano y su homólogo de Estados Unidos, Donald Trump.

Para el el director de la iniciativa US-Mexico Futures del Centro de Estudios Internacionales y Estratégicos de Washington (CSIS), Richard Miles, el gobierno de López Obrador ha sabido llevar muy bien la relación con Donald Trump hasta el momento, sin ser hostil ni agresivo, “incluso cuando hemos tenido la crisis de los migrantes en Tijuana”, afirmó en entrevista con Forbes México.

Recordó que en materia de migración, México, Guatemala, Honduras y El Salvador acordaron poner en marcha el Plan de Desarrollo Integral en la región.

El reto del Gobierno será convencer a Estados Unidos para que se una. Pero de momento, Donald Trump sigue obstinado en construir el muro en la frontera del sur, recordó el analista.

Por su parte, la consultora en política internacional, Arlene Ramírez, planteó que acabar con la dependencia de Estados Unidos, comercialmente hablando, es “un reto enorme”, para la administración de López Obrador.

Por tal motivo se requiere que México abra sus puertas a la inversión e integración con China y  la Unión Europea, y desempolve 44 tratados internacionales que en la actualidad son letra muerta.

Los analistas coinciden en que AMLO seguirá una política internacional de no intervención.

Nos apegaremos a los principios constitucionales de no intervención, autodeterminación de los pueblos, solución pacífica de las controversias y cooperación para el desarrollo”, afirmó durante su discurso de toma de protesta.

Piñera bajo presión

Aunque el presidente de Chile Sebastián Piñera le puso nota a su primer año de Gobierno y aseguró que sería «de seis para arriba«, el pueblo espera mucho más de su mandato, cuya popularidad cae cada día más.

Según los analistas, el segundo año en el cargo parece estar plagado de desafíos para poder cumplir sus elevadas promesas de reactivación económica, aprobar impuestos importantes y reformas pensionales en un Congreso en el que no tiene la mayoría y al que se enfrenta con una capacidad de negociación limitada.

» Piñera debe pasar estas reformas en el Congreso antes de su tercer año, cuando comienzan las elecciones locales y el gobierno tiene su primera prueba política (…) El próximo año, tendrá que cumplir con su promesa de campaña de recuperación económica, y que la gente realmente lo sienta», indicó el experto en  política, Axel Callis, citado por el portal Perfil.com

Sin embargo, este medio advierte sobre el riesgo que representa la guerra comercial global para los precios del cobre, la principal exportación del país, por la desaceleración de China, su principal socio comercial.

Asimismo, menciona que la confianza de los consumidores y las empresas se ha debilitado, y el desempleo sigue siendo alto.

En medio de éstas coyunturas, su gobierno enfrenta graves problemas de violencia política por el asesinato de líderes mapuche y sindicales. El intento de proteger a los culpables le está costando muy caro al presidente de Chile.

¿Aislamiento de Venezuela?

Como parte del plan para lograr el aislamiento político de Venezuela, más de 40 países amenazan con cortar relaciones diplomáticas o reducir sus lazos con la nación suramericana a partir del 10 de enero de 2019, cuando está previsto que el presidente Nicolás Maduro comience un nuevo mandato de seis años.

Estos gobiernos justifican este hostigamiento argumentando que no reconocen los resultados de las elecciones del pasado 20 de mayo en las que Maduro obtuvo la victoria con el 67,84% de los votos para ejercer la presidencia durante el período 2019-2025, por  supuestamente “no cumplir con las garantías mínimas  democráticas y trasparentes”.

Uno de los puntos que cuestionan los 40 gobiernos, es que los comicios fueron convocados por la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), que según ellos carece de legitimidad.

Para aumentar esta presión, los analistas advierten que los factores de la oposición preparan acciones de calle e incluso huelgas en todo el país.

El plan para aislar y acorralar al gobierno venezolano tiene además como uno de sus puntos claves  el incremento de la presión internacional y de las severas y aleatorias sanciones que buscan deteriorar al país hasta que no haya forma de revertir la situación.

Para afrontar estos ataques el gobierno de Maduro contaría el próximo año con el apoyo de Nicaragua, Bolivia, El Salvador, Cuba y de potencias como China y Rusia.

Aunque algunas voces prevén una eventual salida del dirigente socialista del Palacio de Miraflores, otros como el director del portal venezolano Misión Verdad, Gustavo Borges Revilla, opina que la región se dividirá en «dos coaliciones», a favor y en contra del Gobierno bolivariano, donde los principales opositores serían Colombia y Brasil.

En el ámbito local, sostiene que podría haber una «apertura de nuevo proceso de diálogo entre el Ejecutivo y una nueva alianza de oposición».

Potencias en 2019

Las predicciones para 2019 no sólo se enfocan a América Latina, sino que apuntan a los posibles escenarios que se pueden presentar en potencias como China, Rusia, Francia, Reino Unido y Estados Unidos.

Por ejemplo, la mayoría de los especialistas coinciden en que uno de los grandes temas del 2019 será la fuerte disputa comercial entre las dos potencias económicas más importantes del mundo, China y Estados Unidos, en la que ambos países se imponen aranceles recíprocamente a la hora de vender productos en sus territorios.

El director de la maestría en Política y Economía Internacional de la Universidad de San Andrés, Roberto Bouzas, explica que este conflicto «va mucho más allá del comercio y se vincula con las diferencias en los modos de relación entre Estado y mercado, el rol de la política industrial y el desarrollo de capacidades internas”.

Estados Unidos observa que es inminente que el poderío chino acabe con su supremacía y lo desbanque como primera economía mundial.

«Las tensiones difícilmente van a desaparecer en el mediano plazo, aún cuando las sanciones comerciales puedan postergarse por un tiempo”, advirtió el analista argentino, citado por RT.

Crecimiento de China

El presidente Xi Jinping y las principales figuras del gobierno chino tienen más que definida la agenda para asegurar el crecimiento productivo en el próximo año.

Los objetivos trazados son lograr la profundización de la política de reforma y la apertura, el manejo adecuado de las fricciones económicas-comerciales con Estados Unidos, el mejoramiento del bienestar de la población, el desarrollo sostenido y saludable, así como la estabilidad social.

De este modo, el gigante asiático seguirá implementando una política fiscal proactiva, así como una política monetaria prudente, realizará ajustes preventivos  para asegurar la estabilidad.

China acelerará la limpieza de las empresas «zombis», alentará la innovación tecnológica, acelerará el desarrollo de la industria de servicio, impulsará un mercado de exportación más diversificado, y reducirá los costos de los procedimientos de importación para estimular el mercado.

Mea culpa de Macron

El pasado 10 de diciembre, Enmanuel Macron, se dirigió a los  franceses y reconoció haberse equivocado, incluso admitió su arrogancia al no haber escuchado al pueblo.

El presidente de Francia vio en 2018 como su aceptación y popularidad se desplomó luego de haber implementado medidas que afectaron la calidad de vida de la población.

Su decisión de despojar de herramientas y derechos a sindicatos y trabajadores, de servir a los empresarios, privatizar el sistema nacional de trenes, aumentar el costo del combustible y reducir las pensiones y beneficios laborales, le ha pasado factura.

El surgimiento del movimiento de los “chalecos amarillos”, que en un principio propuso la marcha atrás al fuerte aumento en los impuestos al diese, derivó en la exigencia de la renuncia de Macron y  en unas elecciones legislativas anticipadas.

Aunque el mandatario francés elevó 100 euros el salario mínimo, suprimió las tasas a las horas extras y prometió una paga de navidad de 1.000 euros a los sueldos más bajos, el descontento popular permanece y seguirá creciendo el próximo año.

Los analistas vislumbran que el  panorama para el mandatario  francés será especialmente delicado el próximo año, cuando se hagan efectivas una serie de reformas como la concerniente a la declaración de la renta, que incluye un pago mensual en vez de anual.

“Lo más difícil será continuar con las reformas necesarias, y revisar las pensiones. Corre un doble riesgo. La inacción reforzará el sentimiento de que la solución Macron ha fracasado y que Francia es imposible de reformar. Pero demasiada precipitación y una obstinación en reformar puede provocar más rechazo. En 2019 emprende un camino crítico que deriva en un precipicio por dos lados. Debe escuchar la voz de Francia para guiarse”, señaló Yves Harté, director editorial del diario francés Sud Ouest.

Por su parte, Gustavo Borges Revilla, director del portal Misión Verdad, parece descubrir el agua tibia al predecir que el gobierno de Macron «podría atravesar una situación complicada en 2019, debido a las presiones sociales y manifestaciones en su contra».

Sin embargo advierte que este escenario podría dejar mejor posicionada a la extrema derecha local, liderada por el reagrupamiento de las fuerzas de la excandidata presidencial, Marine Le Pen.

Los retos de Putin

2019 se presenta como un año clave para el fortalecimiento de la Federación Rusa como una de las más importantes potencias del planeta.

Para lograr este objetivo, el presidente ruso, Vladimir Putin, deberá afrontar una serie de desafíos en el que destaca la necesidad de mantener crecimiento económico de la nación euro asiática, pese a la fluctuación del precio del crudo.

No obstante, el  ministro de Energía ruso, el Alexander Novak, prevé que estos precios se estabilizarán en la primera mitad de 2019 de acuerdo al recorte de producción de 1,2 millones de barriles diarios,  establecido por los miembros de la Opep.

Otro punto aspecto que deberá enfrentar el gobierno ruso el próximo año es la continuidad de las sanciones económicas aplicadas por Estados Unidos y  la Unión Europea (UE)

En el caso de la UE, las sanciones estarán vigentes hasta el próximo 31 de julio de 2019.

Las relaciones entre Moscú y Occidente empeoraron a raíz de la situación en Ucrania y la adhesión de Crimea a Rusia tras el referéndum celebrado en marzo de 2014, en el que más del 96% de los votantes avaló esta opción.

De hecho la tensión entre Rusia y Ucrania será otro de los aspectos, que según los analistas, marcarán el pulso político  internacional, a lo que se suma  la participación deu Moscú en el conflicto de Siria.

De hecho, los presidentes de RusiaTurquía e IránVladímir PutinRecep Tayyip Erdogan y Hasán Rohaní, se reunirán a principios de 2019 para conversar sobre el proceso de paz en Siria.

Esta será la primera reunión de los países cogarantes del proceso de paz desde que Washington anunció la intención de retirar a sus militares del territorio sirio.

Sin embargo, una reunión que está pendiente es la de Putin y Trump para poder superar los puntos de fricción en el 2019.

En su momento, el Kremlin lamentó la cancelación de la reunión prevista en el marco de la cumbre del G20 en Buenos Aires realizada el pasado 30 de noviembre.

Peso del Brexit

El proceso de salida de la Unión Europea (UE) por parte del Reino Unido, conocido como Brexit, seguirá su curso el próximo año luego del referéndum del 2016, cuando la mayoría de los británicos apoyó la iniciativa.

Aunque la salida definitiva de Inglaterra, está estipulada para el 29 de marzo de 2019, el proceso  puede concretarse  por dos vías: de forma caótica (sin acuerdo) o de forma ordenada (con él)

Lo cierto es que todavía existen muchas dudas porque hay varios temas sin concluir con el bloque regional. De hecho el próximo 14 de enero, el Parlamento británico votará si aprueba o no el acuerdo de salida de la UE.

Trump con el agua al cuello

Si el 2018 fue un annus horribilis (año horrible) para el presidente  de Estados Unidos, Donald Trump, el 2018 no pinta mejor.  No hay que ser  un experto en política para poder predecir que el panorama está negro para el mandatario.

En primer lugar cabe preguntar  si  la Cámara de Representantes, controlada por los demócratas, ¿podría intentar poner en marcha un juicio de destitución de Trump, basándose en los hallazgos del investigador especial Robert Mueller?

«Creo que es más bien probable que ese procedimiento sí se lleve a cabo», es la opinión de  Allan Lichtman, politólogo de la American University en Washington.

El historiador, que pronosticó el resultado de todas las elecciones presidenciales en los últimos 30 años, incluida la victoria de Trump en 2016, está convencido de que el presidente tendrá que luchar por su cargo a partir de 2019 y durante el resto de su mandato, lo que terminará en una eventual salida de la Casa Blanca.

El analista señala que hasta ahora, Trump pudo confiar en un Congreso controlado por los republicanos, pero a partir del próximo año deberá enfrentar  una situación adversa en la que los demócratas contarán con  más de 30 escaños en la Cámara de Representantes.

Recordó que una mayoría de un solo voto es suficiente para abrir un juicio político contra el presidente estadounidense y advirtió que «si Mueller trae alguna evidencia sólida contra Trump, la base demócrata exigirá una acusación«.

A su juicio, el fiscal especial  Mueller probará la relación entre el círculo íntimo de Trump y Rusia, así como una manipulación de las elecciones de 2016.

«No puedo imaginar que Mueller invierta su energía en todo este trabajo y luego no obtenga ningún resultado. Más bien espero algunos hallazgos muy serios con respecto al apoyo ruso a la campaña de Trump«, planteó citado por el portal América Economía.

Más allá del juicio político,  Lichtman está convencido de es muy posible que el presidente de Estados Unidos sea destituido de su cargo, ya que buena parte de los republicanos del Senado decidirán derrocar a Trump para salvar al partido.

«Los republicanos no son leales a Trump, y si temen perder su base y culpan de eso al presidente, podrían dejarlo solo»,advirtió.

Otro de los asuntos que deberá afrontar Trump el próximo año son las acusaciones de haber silenciado a mujeres a cambio de dinero para ocultar  escándalos sexuales .

Los periodistas, politólogos, videntes y analistas coinciden en que el mandatario  estadounidense seguirá en conflicto con su entorno y el resto del  mundo.

Actualmente está en pugna con el presidente del Tribunal Supremo y el sistema judicial, así como con el presidente de la Reserva Federal y su secretario de Defensa.

Por si fuera poco, su batalla con el Congreso va en aumento y  terminó el año cerrando el gobierno después de no conseguir 5.000 millones de dólares en dinero de los contribuyentes para el muro fronterizo que prometió que pagaría México.

Lo cierto es que desde ya se podrían hacer predicciones para el 2020, ya que la posibilidad de reelección de Trump en los comicios que se celebrarán ese año, será más que cuesta arriba.

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