La ex presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, calificó de «golpe institucional» la destitución de Dilma Rousseff en Brasil y señaló que se trata de una»nueva forma de violentar la sobernía popular».
«Estamos viendo una estrategia dura contra los gobiernos populares», argumentó CFK y acusó a los principales países del mundo, a las cuales calificó como «superpotencias», de incentivar estas tácticas que derivan en golpes parlamentarios. «Lo piensan estratégicamente a 50 años», sentenció.
«Hay una apoyatura interna en el Congreso (de Brasil) con los grandes medios para culminar en este episodio negro de la historia de la región», afirmó Kirchner en una entrevista radial poco tiempo después que se conociera la decisión del Congreso brasileño.
Además, contó que el juicio político a Rousseff «se vio venir el día después de la reelección» de la ahora ex mandataria de Brasil en octubre de 2014 y comentó que «este clima destituyente también lo vivimos en la Argentina durante mis dos gobiernos».
En ese sentido, reiteró que «hay una estrategia dura y pura sobre la región de ataque a los gobiernos populares» y se lamentó porque: «lograron derrocar a una presidenta democrática que había ganado con 54 millones de votos».
La postura de la ex mandataria argentina se encuentra en las antípodas del actual gobierno de Mauricio Macri, quien a través de un breve comunicado oficial respaldó la destitución de Dilma.
(Leer nota relacionada: El gobierno de Macri en Argentina avaló la destitución de Dilma Rousseff)