Como parte de la arremetida internacional contra Venezuela, Estados Unidos y sus aliados no reconocen la legitimidad del gobierno de Venezuela.
Por medio de una campaña mediática agresiva han instalado el tema en el foco de la agenda mundial. El objetivo, según arrojan los análisis, es validar una intervención para derrocar al gobierno y apropiarse de los recursos estratégicos de Venezuela. También es relevante su ubicación geográfica, clave para el comercio y el tablero geopolítico.
Este cerco político y económico se agudizará a partir del 10 de enero cuando el presidente venezolano comience un nuevo mandato de seis años. Hasta el momento, alrededor de 40 países han amenazado con cortar relaciones diplomáticas o reducir sus lazos con la nación suramericana.
Tanto Estados Unidos como sus aliados amenazan con no reconocer los resultados de las elecciones del pasado 20 de mayo en las que el mandatario venezolano obtuvo la victoria con el 67,84% de los votos, argumentando que éstos fueron convocados por la Asamblea Nacional Constituyente (ANC).
En los comicios presidenciales participaron 9.387.499 votantes, que equivalen al 46% del total, y Nicolás Maduro obtuvo 6.245.862 de votos, lo que representa el 67,8% de los sufragios . En segundo lugar se ubicó Henri Falcón, quien obtuvo el 20,9% de los votos, seguido por Javier Bertucci, quien logró el 10,8%.
Asimismo, el evento electoral fue seguido por más de dos mil observadores internacionales de Asia, Europa, Latinoamérica, el Caribe y el propio Estados Unidos. Entre los que se encuentra el expresidente español Rodríguez Zapatero. Todos ellos certificaron tanto el proceso como los resultados.
Washington y sus aliados señalan que hubo una abstención de 53% y alegan que el proceso no representa la voluntad del pueblo venezolano y que no cumplió con los estándares internacionales, por lo que no reconocen el nuevo período presidencial de Maduro.
Sin embargo, parecen olvidar este porcentaje es una cifra esperable en los sistemas de voto voluntario . De hecho en las elecciones realizadas en Chile en 2017, Sebastián Piñera logró obtener la presidencia, la abstención fue también del 53%.
Razones para intervenir a Venezuela
La intervención en Venezuela tiene poderosas razones de fondo, la principal es el objetivo de Washington y sus aliados de apoderarse de los recursos energéticos y minerales de alto valor con los que cuenta esta nación.
Sólo su reserva de petróleo es de 296.501 millones de barriles, lo que la hace la mayor del mundo. Las reservas de gas superan los 200 de pies cúbicos, ubicando a este país en el octavo lugar internacional.
En el Arco Minero, situado al sur de Venezuela, se prevé que existen más de 8 mil toneladas de oro, que equivalen a un aproximado de 234 mil millones de euros, sin contar las reservas de cobre, diamantes y coltán.
Otro de los puntos que provocan la agresión es su privilegiada ubicación geográfica, ya que esta nación está localizada al centro norte de América del Sur, su gran extensión de costas limitan con el Mar Caribe y el Océano Atlántico, y además está cercana al Canal de Panamá que le otorga salida al Océano Pacífico, lo que es clave para el comercio.
Esta ubicación también representa una amenaza para Estados Unidos y una ventaja para Rusia y China, ya que sus gobiernos podrían instalar bases militares y trazar nuevas rutas de comercio.
Aliados de Venezuela
A la espera del comienzo del nuevo periodo del gobierno venezolano la tensión internacional sigue escalando, ante las continuas agresiones de Estados Unidos y su bloque, las naciones aliadas a Venezuela han reaccionado criticando las imposiciones y sanciones políticas y económicas impuestas por la Casa Blanca y la Unión Europa, y también han condenado una eventual intervención contra este país.
Recientemente, el mandatario turco Tayyip Erdogan reiteró su apoyo al presidente Nicolás Maduro, y suscribió con su homólogo un total de siete acuerdos de cooperación por el orden de los 4.500 millones de euros.
Asimismo, rechazó las sanciones unilaterales perpetradas por Estados Unidos contra Venezuela
“Turquía respalda a Venezuela. Los problemas políticos no pueden resolverse castigando a una nación en su conjunto (…) No aprobamos estas medidas que ignoran los parámetros del comercio global”, señaló el líder turco citado por el diario Panorama.
El presidente del país euroasiático se comprometió a apoyar al Gobierno venezolano a enfrentar la crisis económica por la que atraviesa la nación suramericana.
“Nosotros vamos a cubrir la mayoría de las necesidades de Venezuela, tenemos esa fuerza, me gustaría subrayar este hecho”, dijo, al tiempo que ha exhortó a los empresarios turcos a aumentar las exportaciones de manera “sostenible” al mercado venezolano.
China se ha suma a los países que condenan la retórica belicista de EE.UU. contra Venezuela recordando el principio de la no injerencia en otros países.
“Todos los países deben conducir sus relaciones bilaterales sobre la base de la igualdad, el respeto mutuo y la no injerencia en los asuntos internos del otro”, ha expresado el gobierno de Xi Jinping en repetidas ocasiones.
Por su parte, en su reciente visita a Rusia, el presidente de esa nación, Vladimir Putin ratificó su apoyo a Nicolás Maduro frente a las agresiones internacionales.
«Apoyamos todos esfuerzos para conseguir la paz social y todas las acciones en vistas a armonizar las relaciones con la oposición y naturalmente, condenamos todas las acciones de carácter evidentemente terrorista, todas las tentativas de derrocar la situación con ayuda de la fuerza», señaló en declaraciones reseñadas por la prensa internacional.
A estos pronunciamientos se unen los de países como Nicaragua, Bolivia, El Salvador, Cuba y Trinidad y Tobago y Surinam que condenan la injerencia norteamericana y una posible intervención militar para derrocar al gobierno bolivariano.
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