Con 329 votos a favor, 53 en contra y una abstención, la Cámara de Diputados aprobó la reforma política del Distrito Federal, que cambiará su nombre oficial por el de Ciudad de México, con lo que se le otorga el título de estado.
Este cambió convertirá a la ciudad en el estado número 32 de la República, con autonomía, derechos y obligaciones.
La Ciudad de México, seguirá siendo la sede de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, además de seguir siendo la capital del país.
Del mismo modo, contará con una propia constitución, que tendrá que estar lista para el 31 de enero de 2017, y la actual Asamblea Legislativa del Distrito Federal se convertirá en el congreso local, conformado por 100 legisladores, que tendrá la facultad de aprobar o rechazar las reformas concernientes a la ciudad.
Así mismo, se eliminará la figura de delegación y se crearán las alcaldías, que serán conformadas por un alcalde y sus concejales. Respecto a este punto, el congreso local definirá si permanecen los límites territoriales y las 16 demarcaciones actuales o modificar y redistribuir los límites y número de alcaldías.
Durante la aprobación de la reforma, el diputado de MORENA, Vidal Llerena, reclamó que en esta reforma, se excluyeran a los ciudadanos de la Ciudad de México quienes, precisó, deben de ser los que definan los modos y formas políticas, económicas y administrativas de la nueva constitución.
Por su parte, el legislador del PRD, Arturo Santana, salió en defensa de su partido y rechazó que se esté olvidando y traicionando a los ciudadanos. De paso, acusó a MORENA de ser los responsables de la división de la Izquierda y de que se perdieran varias trincheras políticas en la ciudad.
La reforma política será regresada al Senado para su aprobación, donde una vez aprobada, será publicada en el Diario Oficial de la Federación.
Con Información de Revista Proceso
Por: Salvador Valencia
El Ciudadano