La defensa de la joven venezolana violada en Argentina cuestionó la decisión de la jueza de dejar en libertad al agresor y pedirá la pena más agravada, dijo a Sputnik uno de los abogados querellantes, Pablo Baqué.
«[El agresor] sigue libre, ayer [27 de enero] se cambió la caratula, pasó de abuso simple a abuso agravado con acceso carnal y con esto la expectativa de pena es mucho más alta, nosotros vamos a pedir la figura más agravada de todas, que es de 8 a 20 años de prisión, porque entendemos que esto va a dejar una lesión psicológica permanente», dijo Baqué a Sputnik.
El fin de semana pasado, durante una prueba para aspirar a un empleo en una fábrica de textiles en Buenos Aires, una joven venezolana de 18 años fue víctima de una violación tras haber sido drogada por el empleador.
A pesar de que el victimario, identificado como Irineo Humberto Garzón Martínez, fue encontrado en flagrancia, la jueza del caso, Karina Zucconi, lo imputó por el delito de abuso sexual simple y le concedió la libertad.
Sin embargo, tras la repercusión que tuvo el caso, la jueza cambió la caratula de la causa a abuso agravado con acceso carnal y lo procesó, aunque mantuvo la libertad.
La fiscalía y la defensa de la joven están apelando a esa parte del procesamiento, a la de no revocar la excarcelación, explicó el abogado.
Elementos suficientes
Baqué señaló que si bien la jueza puede haber actuado en primera instancia sin los elementos necesarios y en base al informe policial que decía abuso simple, «que es tocar a una persona» sin su consentimiento, la excarcelación se planteó y se resolvió muy rápido.
El abogado dijo que los motivos de esa decisión pueden haber sido ajustarse a derecho porque el hombre no tiene antecedentes o por la falta de elementos.
Sin embargo, señaló que tanto para la defensa como para la fiscalía existía un peligro de fuga o de entorpecer la investigación que no fue tenido en cuenta.
«Nosotros también estamos de acuerdo con las garantías procesales y demás, pero acá hay un señor que trató de fugarse cuando vino la policía y después trato de mentir con la dirección, me parece que son dos elementos que la jueza debía haber tomado en cuenta», expresó.
También recordó que el agresor tiene todos los datos de la víctima y que planificó el delito.
En ese sentido, señaló que la joven «está muy mal» y desde la tarde del 28 de enero cuenta con un botón antipánico, «que es algo», pero la familia está solicitando custodia policial mientras el agresor esté en libertad.
«Estamos hablando de un señor que planificó el delito, introduciéndose en un grupo de venezolanos en Argentina, un grupo cerrado, ofreciendo trabajo falsamente, drogando a la víctima para vulnerarla, encerrándola, privándola ilegalmente de su libertad y finalmente cometiendo el delito principal que es el que quería cometer, hay todo un conjunto de delitos que después la jueza va a tener que ver qué hacer con eso«, pero debería estar detenido, consideró.
La jueza tiene las herramientas para poder revocar la decisión de mantenerlo en libertad, dijo, y resaltó que sería muy importante que la magistrada pudiera en algún momento acercarse a la víctima, «porque es distinto de ver a la víctima, ahí te das cuenta sobre qué cosas estas decidiendo».
Respecto a la actuación de la justicia, señaló que «esto no es matemática, hay muchas variables a tener en cuenta» y todos se pueden equivocar, pero que se debe tener la humildad de reconocerlo y cambiar esa situación.
También dijo que espera que la jueza tenga información de dónde está el acusado ahora, algo que ni la fiscalía ni la defensa saben, porque «sería complicado, principalmente para ella, que si mañana lo mandan detener no lo encuentren».
Fuente: agencia Sputnik.