Denuncian a Milei por endeudamiento con el FMI sin aprobación del Congreso

En un giro que ha generado un profundo malestar en la sociedad argentina, el presidente Javier Milei ha optado por utilizar un decreto de necesidad y urgencia (DNU) para gestionar un nuevo préstamo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), una medida que ha desatado la reacción de la oposición y de sectores de la sociedad civil. Siete diputados de la coalición opositora Unión por la Patria, encabezados por Hugo Yasky, decidieron llevar el caso ante la justicia, acusando a Milei de violar flagrantemente la Constitución Nacional y de intentar eludir el control que el Congreso debe ejercer sobre las decisiones de endeudamiento del país.

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La Constitución argentina es clara en cuanto a las atribuciones exclusivas del Congreso, especialmente en lo relacionado con la toma de deuda y la firma de tratados internacionales. Al recurrir a un DNU para aprobar un acuerdo con el FMI, Milei no solo está incumpliendo estas disposiciones fundamentales, sino que también está concentrando en su figura un poder que la Constitución había diseñado para que fuera compartido. En vez de recurrir a los cauces institucionales y a un debate democrático, el presidente ha optado por saltarse los controles del Congreso, lo que abre un alarmante precedente de arbitrariedad y abuso de poder.

La decisión de Milei no solo es un atropello al principio de división de poderes, sino que también refleja un desdén por la transparencia y el control público. La toma de deuda externa es uno de los temas más delicados y relevantes para la economía de cualquier país, y debería ser objeto de un debate profundo y exhaustivo en el Congreso. Sin embargo, el presidente ha decidido actuar de manera unilateral, sin consultar a los representantes del pueblo, lo que plantea serias dudas sobre sus intenciones y su respeto por los mecanismos democráticos.

Este episodio es aún más preocupante cuando se tiene en cuenta el contexto histórico reciente. La administración de Mauricio Macri ya había recurrido a un acuerdo con el FMI sin la debida autorización del Congreso, lo que generó una deuda que hoy sigue siendo un lastre para la economía argentina. En su momento, la justicia desestimó las denuncias sobre la ilegalidad de ese préstamo, lo que permitió que la deuda creciera sin ningún tipo de control. Ahora, Milei parece seguir los mismos pasos, arriesgando el futuro económico del país y repitiendo los mismos errores que tantos argentinos condenaron durante el mandato de Macri.

El argumento de Milei de utilizar un DNU para «agilizar» la toma de crédito parece más una excusa que una necesidad real. En 2021, durante el gobierno de Alberto Fernández, se sancionó la Ley de Fortalecimiento de la Sostenibilidad de la Deuda Pública, que establece que todo acuerdo con el FMI debe ser aprobado por el Congreso. Esta ley fue aprobada por consenso, buscando justamente evitar la toma de decisiones unilaterales que puedan comprometer el futuro económico de la nación sin el adecuado control legislativo. La acción de Milei contraviene no solo la Constitución, sino también esta ley clave, que refleja un consenso parlamentario que busca proteger a Argentina de los ciclos de endeudamiento irresponsables.

Además, la utilización de un DNU para aprobar el acuerdo con el FMI es una demostración palpable de la concentración de poder en la figura del presidente, una tendencia peligrosa que va en contra de los principios republicanos y democráticos que deberían regir la vida política del país. En un sistema democrático, el Ejecutivo no puede actuar a su antojo, sino que debe ser sometido al escrutinio y control del Legislativo. Al recurrir a esta medida, Milei está enviando un mensaje claro: su gobierno está dispuesto a saltarse los mecanismos democráticos en su afán por implementar políticas económicas que, como el préstamo con el FMI, no han dado resultados positivos en el pasado.

Los diputados que presentaron la denuncia, entre los que se encuentra el propio Hugo Yasky, consideran que esta acción sienta un precedente importante, no solo para la justicia, sino para el futuro de la democracia en Argentina. Es esencial que la justicia actúe con la misma firmeza que mostró ante el endeudamiento de Macri y que no permita que la historia se repita con un nuevo ciclo de endeudamiento sin control.

La utilización del DNU para este préstamo no solo es una violación de las normas constitucionales, sino también una apuesta arriesgada que podría tener graves consecuencias para el pueblo argentino. La historia ha demostrado que estos acuerdos con el FMI terminan siendo un peso insoportable para las generaciones futuras, y la falta de debate y consenso solo agrava la situación. El pueblo argentino merece ser escuchado y debe poder decidir, a través de sus representantes en el Congreso, el rumbo económico que tomará el país, especialmente cuando se trata de la gestión de la deuda externa.

Este escandaloso intento de Milei por evitar el control legislativo sobre el endeudamiento con el FMI debería ser rechazado por toda la sociedad. No se trata de un simple trámite administrativo: es un tema de fondo, que toca los cimientos mismos de la democracia y la legalidad en Argentina. Si Milei quiere gobernar en serio, deberá hacerlo respetando las reglas del juego y sometiéndose a los controles democráticos que la Constitución establece.

Foto: El Ciudadano

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