El ministro de Salud, Marcelo Navajas, del gobierno de facto del Estado Plurinacional de Bolivia, encabezado por la autoproclamada Jeanine Áñez, fue destituido y arrestado por las autoridades policiales, como parte de las investigaciones que se realizan por la presunta corrupción que rodea la adquisición de respiradores a una empresa española.
Navajas apenas había cumplido un mes y medio de haber sido designado en el cargo, y ahora es uno de los mayores protagonistas del escándalo que rodea la compra de al menos 170 ventiladores artificiales con sobreprecio, que tenían como destino atender a los pacientes positivos contagiados por la pandemia de Covid-19.
De acuerdo a informaciones difundidas en los medios de comunicación local, el Gobierno boliviano pagó por unidad casi 28.000 dólares, una cantidad que prácticamente triplica su precio real, factor que ha sido confirmado por la propia empresa catalana que los fabrica, GPA Innova.
La controversia generada sobre el caso, ejerció la suficiente presión para prácticamente obligar a la administración de Áñez a anunciar e iniciar una investigación a fondo, con el objetivo de dar con los responsables y aplicar todo el peso de la ley.
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