El presidente de Colombia Iván Duque acordó, tras encuentros con el alcalde de Popayán, Juan Carlos López, y el gobernador del Cauca, Elías Larrohondo, aumentar en un 25% las fuerzas del Ejército en la capital del departamento.
El mandatario señaló que tomó tal decisión tras los actos de vandalismo registrados en los últimos días.Duque expresó que Popayán «ha visto acciones graves de vandalismo, pillaje y terrorismo urbano de baja intensidad».
Con esos términos, el presidente defendió la decisión de aumentar la fuerza militar en la urbe, a un mes del paro nacional causado por el descontento social y la mala situación económica que vive el país, reseñó el portal Sputnik.
De igual manera dispuso patrullajes combinados con las fuerzas de seguridad locales, para «la protección de infraestructura estratégica» e hizo énfasis en que su Gobierno ha hecho «inversiones históricas» en esta zona como parte de un plan de reactivación económica.
La decisión llega luego de medidas similares tomadas en la vecina ciudad de Cali, donde el presidente ordenó un «máximo despliegue de asistencia militar a la Policía». La medida implica triplicar la presencia militar en la región, señaló el mandatario, quien aseguró que el despliegue tendrá «toda la capacidad operativa y logística» y se mantendrá hasta que se recupere la normalidad.
«A partir de esta noche [del 28 al 29 de mayo] empieza el máximo despliegue de asistencia militar a la Policía Nacional en la ciudad de Cali y en el departamento del Valle», aseguró Duque.
Un mes de paro
Colombia vivió una nueva jornada de movilización social convocada por el Comité Nacional del Paro (CNP) al cumplirse un mes de las protestas que han derivado en fuertes enfrentamientos entre civiles y policías en diferentes ciudades, así como disturbios, saqueos y actos de vandalismo. El detonante fue el rechazo a una polémica reforma fiscal y otras medidas impulsadas por el Gobierno de Duque.
Al menos 59 personas han muerto durante las protestas, la mayoría a manos de efectivos de la Fuerza Pública, y 866 civiles han sido heridos, de los cuales al menos 50 sufrieron lesiones oculares por disparos efectuados por la policía, según denuncias de organizaciones defensoras de derechos humanos.
Ante las denuncias de abusos por parte de la Policía, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Organización de los Estados Americanos (OEA), la Unión Europea y organizaciones de derechos humanos, entre otros, han denunciado ante la comunidad internacional un uso desproporcionado de la fuerza pública.
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